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Beirut.- Días después de que salieron de la frontera entre Líbano y Siria, decenas de milicianos del grupo Estado Islámico y sus familiares han cruzado a zonas controladas por los extremistas pese a las amenazas de Estados Unidos, que ha dicho que bombardeará el convoy, dijeron el sábado activistas sirios de oposición.
Los activistas hicieron el anuncio después de que la coalición encabezada por Washington que combate al EI dijo que el convoy de milicianos del grupo extremista y sus familiares, agrupados en 17 autobuses, salió de la frontera de Líbano y Siria hace seis días y sigue varado en el desierto sirio.
Más de 300 milicianos y sus familiares viajan con el convoy tras dejar la frontera como parte de un acuerdo negociado por el grupo islámico Jezbolá para transportarlos a un pueblo controlado por el EI en el oriente de Siria, cerca de la frontera con Irak.
Jezbolá dijo en un comunicado que aviones de la coalición encabezada por Estados Unidos siguen impidiendo que el convoy avance hacia el este y evitando que alguien del gobierno llegue hasta ellos, y advirtió que los heridos y los ancianos podrían morir.
Jezbolá agregó que todavía hay seis autobuses en áreas controladas por el gobierno sirio y señaló que, si los atacan, morirán civiles. Agregó que, si no le llega ayuda al convoy debido al bloqueo aéreo establecido, “los estadounidenses serán los únicos responsables” de lo que pase.
“La así llamada comunidad internacional y las instituciones internacionales deberían intervenir para evitar que ocurra una horrible masacre”, pidió el grupo libanés.
La coalición encabezada por Estados Unidos emitió un comunicado el viernes en el que dijo que ha buscado una solución no especificada para evitar que las mujeres y los niños del convoy sigan sufriendo.
Esta semana, un ataque aéreo de la coalición dirigida por Estados Unidos creó un hoyo enorme en un camino que los autobuses pensaban tomar y destruyó un pequeño puente para evitar que el convoy siga avanzando hacia el este.
