Se apoyará Pedro Sánchez en independentistas para formar gobierno

Madrid. El socialista Pedro Sánchez, que funge como presidente del gobierno en funciones desde hace diez meses, está a punto de sumar los apoyos parlamentarios necesarios para sacar adelante su investidura.

Su pacto, aún secreto, para conseguir la abstención de los 13 diputados de los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) serán cruciales en la votación. Entre tanto, el mandatario español presentó en una comparecencia ante los medios de comunicación sin derecho a preguntas su programa de gobierno conjunto con Unidas Podemos (UP), que dará vida al primer gobierno de coalición de izquierdas de la II República de 1934.

Desde los comicios del pasado 10 de noviembre, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) inició negociaciones a varias bandas con las fuerzas de izquierda y nacionalistas vascas, catalanas y gallegas con el objetivo de sumar los apoyos necesarios para sacar adelante la investidura.

Los 120 diputados socialistas más los 35 de UP se quedan muy lejos de la mayoría absoluta que exige la primera votación de investidura y también es insuficiente para sacarla adelante en una segunda votación, que sólo requiere mayoría simple.

Por eso los 13 votos de ERC son cruciales, con lo que el PSOE con su líder al frente dieron un viraje radical en sus postulados con respecto a la sentencia del Tribunal Supremo (TS) dictada contra los dirigentes independentistas catalanes que fueron condenados a penas de hasta 13 años de cárcel por llevar a cabo la declaración unilateral de independencia fallida de octubre del 2017.

El presidente Sánchez pasó de prometer que se cumplirían íntegras las condenas y haría comparecer ante la justicia al ex presidente catalán Carles Puigdemont -refugiado en Bélgica desde hace dos años- a poner sobre la mesa de negociaciones con ERC un documento oficial de la Abogacía del Estado en el que se insta al TS a permitir que Oriol Junqueras, ex vicepresidente catalán y con una pena de prisión de 13 años, pueda viajar a Bruselas para tomar posesión como europarlamentario y goce de la inmunidad que le otorga el cargo.

Los líderes de ERC pusieron sobre la mesa esa y otras exigencias para abstenerse en la sesión de investidura y facilitar así la formación del nuevo gobierno, a lo que se plegó tanto el gobierno español como su aliado preferente, UP, que por otro lado comparte una buena parte de los postulados y análisis de las formaciones separatistas, entre ellas que la sentencia del TS fue injusta, que los encarcelados son en realidad “presos políticos” y que en España no existe separación de poderes.

Unas horas después de hacerse público el documento de la Abogacía del Estado, el propio Sánchez realizó un acto público con el líder de UP, Pablo Iglesias, para presentar las líneas generales de su pacto de gobierno. En el acto no hubo derecho a preguntas, de hecho sólo admitieron la entrada a las cámaras de televisión, y esbozaron algunas cuestiones generales sobre el acuerdo.

Entre ellas el aumento de la carga impositiva a las rentas más altas, la derogación de las leyes laboral, de seguridad ciudadana y educativa -en la que se prevé anular el apartado que hace que la clase de religión sea obligatoria-. Además se prevé un aumento de salario mínimo y garantizar por ley unos ingresos básicos por ciudadano.

Sánchez tiene ya seguros los apoyos de los diputados socialistas, de UP, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), de Más País-Compromis y ahora todo depende de que en la sesión de investidura inminente -que podría en los próximos días o semana- se abstengan los diputados de ERC y de los parlamentarios de EH-Bildu, que anunciaron que consultaría a sus bases sobre el sentido de su voto. Enfrente tendrán al bloque de la derecha; desde los conservadores tradicionales del Partido Popula (PP), los liberales de Ciudadanos hasta la extrema derecha de Vox.