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Por Dpa
Palma. Iñaki Urdangarin, cuñado del rey Felipe VI, desvinculó hoy a su esposa, la infanta Cristina, de la gestión del Instituto Nóos, entidad a través de la cual presuntamente se apropió de seis millones de euros de dinero público junto a su ex socio.
“Cristina de Borbón no desarrollaba ninguna función. Simplemente era miembro de la junta directiva”, dijo en su segundo día de declaración ante el tribunal que juzga el llamado caso Nóos, en el que ambos están acusados.
También la desligó del “día a día” de Aizoon, la empresa que ambos poseían a medias y que habría sido una de las utilizadas para desviar y ocultar ganancias al fisco.
Urdangarin, de 48 años, está en el centro de un entramado que logró presuntamente contratos de administraciones públicas. El fiscal pide para él 19 años y medio de prisión.
La infanta Cristina, que será la última de los 17 acusados en declarar, se enfrenta a una petición de pena de ocho años por parte de la acusación popular. Se le acusa de haber cooperado en dos delitos fiscales presuntamente cometidos por su marido.
El interrogatorio del cuñado del rey Felipe VI arrancó el viernes en Palma de Mallorca (este), en la región de Baleares, ante una gran expectación mediática por uno de los casos de corrupción más sonados de las últimas décadas en España.
Hoy, ante las preguntas del fiscal, explicó que decidió crear una entidad sin ánimo de lucro como Nóos por los “comentarios” sobre una posible incompatibilidad entre su labor de asesoramiento en temas de patrocinio deportivo a través de una consultoría y su cargo de vicepresidente del Comité Olímpico Español (COI).
El acusado, ex jugador profesional de baloncesto, defendió que dicho paso se llevó a cabo bajo con la participación de Carlos García Revenga, entonces secretario de las infantas y enlace de Urdangarin en la casa real.
“Yo no daba un paso en mi vida sin consultárselo”, destacó, sumándose así a la estrategia seguida por su ex socio, Diego Torres, en su declaración, en la que apuntó contra la casa real.
Urdangarin también señaló que la declaración de impuestos de la infanta era elaborada por un asesor que “venía de parte de la casa del rey” y que su propia gestión tributaria corría a cargo del despacho que llevaba el entramado fiscal de Nóos.
El marido de la infanta admitió el cobro de 710 mil euros por su trabajo en la organización de dos cumbres relacionadas con el deporte y celebradas en Baleares y Valencia. En su primera declaración negó haber recibido comisiones ilegales por conseguir patrocinios deportivos con administraciones públicas.
El juicio del caso Nóos cuenta con más de 300 testigos y podría alargarse hasta junio. El escándalo supuso en su día un duro golpe para Juan Carlos I en la última parte de su reinado, hasta el punto que le llevó a abdicar en su hijo Felipe en 2014.
La infanta Cristina, de 50 años y sexta en la línea de sucesión al trono, es el primer familiar directo del rey que se sienta en el banquillo de los acusados en la historia reciente de España.
