Ciudad de México. El Comité de Coordinación de Procedimientos Especiales y los presidentes de los Órganos de Tratados de Derechos Humanos, pertenecientes a las Naciones Unidas, exhortaron a otros actores en la materia y a todos los gobiernos en las Américas a fijar los fondos necesarios para salvar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En un comunicado difundido por la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, recordaron que la crisis financiera del organismo ha puesto en riesgo su existencia y aseguraron “no podemos permitir su bancarrota”.
Resaltaron que “la CIDH está en crisis, en una profunda crisis financiera tan aguda que ha llevado la suspensión de todas las visitas y las sesiones planificadas para el resto del año”.
Además de que 40 por ciento de los contratos de su personal en Washington no podrán ser renovados a fines de julio, a menos que se reciban los fondos correspondientes o promesas de donaciones antes del 15 de este mes.
Si no se encuentran soluciones urgentes, el impacto negativo para las víctimas, los peticionarios y la sociedad civil en su conjunto, así como para la situación de derechos humanos en la región, será imposible de calcular, destacaron.
Pidieron a los Estados valorar mucho más la contribución que ha hecho la comisión, uno de los más antiguos órganos regionales de derechos humanos.
A lo largo de décadas se ha convertido en un mecanismo sólido de protección de decenas de miles de individuos frente a violaciones de derechos humanos y también, añadieron, ha guiado de manera invalorable a los Estados de la región con el fin de fortalecer la promoción y protección de derechos humanos.
Y todo esto, subrayaron, “no tiene equivalente en términos monetarios”.
Los organismos de la ONU destacaron que la crisis de la CIDH no solo afecta negativamente a la región interamericana, sino que también tiene un impacto en otros sistemas que han desarrollado lazos de cooperación con ella, a lo largo de los años, en especial otros sistemas y órganos de protección de derechos humanos a nivel regional e internacional.
“La CIDH es un socio muy respetado y valorado por los mecanismos de derechos humanos de Naciones Unidas, en especial los Procedimientos Especiales y los Órganos de Tratados. Los mecanismos de derechos humanos de Naciones Unidas se han inspirado en el trabajo progresista e innovador de la Comisión y en su tesonero compromiso con la promoción y protección de los derechos humanos en la región.
El siglo veintiuno debería caracterizarse por un fuerte apoyo por parte de los Estados, organizaciones regionales y universales a los órganos internacionales dedicados a la protección de los derechos humanos, incluyendo la provisión de recursos humanos y materiales suficientes para el cumplimiento efectivo de sus mandatos. Ninguna razón presupuestaria puede justificar el debilitamiento de mecanismos internacionales o regionales que monitorean derechos humanos”, afirmaron.
Exhortaron a todos los Estados a presentar sus donaciones y contribuciones financieras urgentemente, asegurando sin condiciones los fondos necesarios para el funcionamiento de la CIDH.
Lo anterior, “garantizando que pueda retomar sus actividades para beneficio de la región, en cumplimiento de sus obligaciones regionales e internacionales de derechos humanos”.