Juan Manuel Vázquez
Ciudad de México. “El publicó no manda, eso es un error”, dice con seguridad el campeón mundial supergallo Miguel Berchelt. “Uno es el que se sube a exponer su salud, y uno es el que debe bajar para llevar la comida a su familia”.
Ganó el título en enero al noquear al aguerrido Francisco Bandido Vargas, y lo expone en julio ante otro combatiente con coraje, el japonés Takashi Miura. “Yo boxeo, pero si es necesario fajarse lo hago, lo demostré con Bandido, pero no puedo imitarlo porque me pasaría lo mismo que a él: acabarme un dos o tres peleas, como le ha pasado.
No puedes vivir en guerras”. Berchelt no está obsesionado con subir siempre al cuadrilátero a dejarse la vida, piensa que los boxeadores también deben pensar en cuidarse, “de eso no se habla en este deporte”, y sólo entregarse cuando es necesario. “Creo que al Bandido no lo cuidaron. No puedes vivir guerra tras guerra, Miura, Siri Salido y yo. Te acabas así. Mayweather es un ejemplo: se fue cuando quiso, regresa cuando quiere, lo critican porque no da espectáculo pero nadie le ha ganado y está intacto. Es un ganador”.
