Ángel González / Especial para ‘La Jornada’
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió una carta a todos los jefes de Estado y de gobierno de América Latina y el Caribe, así como a todos los países que integran el sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para alertar sobre “una escalada de agresiones de extrema gravedad por parte del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica”.
Maduro advierte que los efectos de estas acciones trascienden a Venezuela y amenazan con desestabilizar a toda la región y al sistema internacional en su conjunto.
Desde Caracas se hace un llamado a los gobiernos del mundo a condenar explícitamente las acciones de agresión, piratería y ejecuciones extrajudiciales cometidas por Estados Unidos, así como a exigir el cese inmediato del despliegue militar, el bloqueo y los ataques armados en el Caribe. Además, piden activar los mecanismos del sistema multilateral para investigar, sancionar y prevenir la repetición de tales hechos.
En la misiva, el líder bolivariano señala que la operación Lanza del Sur, activada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, constituye una amenaza directa del uso de la fuerza, prohibida por el artículo 2, numeral 4, de la Carta de las Naciones Unidas. Además, vulnera la declaración de América Latina y el Caribe como zona de paz, firmada por todos los países de la Celac en 2014, y el Tratado de Tlatelolco, que determina a la región como libre de armas nucleares.
“Venezuela no ha cometido acto alguno que justifique esta intimidación militar”, reza el texto, que luego contabiliza 28 ataques armados perpetrados por fuerzas estadunidenses en el Caribe y el Pacífico oriental contra embarcaciones civiles. El saldo es 104 personas ejecutadas extrajudicialmente, “muchas de ellas en condición de naufragio”, denuncia Maduro en el documento leído este lunes por el canciller venezolano, Yván Gil.
Venezuela acusa que estos hechos violan el derecho a la vida, artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; así como los Convenios de Ginebra de 1949, que obligan a proteger a civiles, heridos y náufragos en el mar; y el Protocolo Adicional Primero de 1977, que impone la distinción absoluta entre población civil y combatiente.
Esto, afirma el presidente venezolano, demuestra una práctica sistemática de uso letal de la fuerza fuera de todo marco legal internacional e incluso del propio marco constitucional de Estados Unidos.
Piratería
Maduro también denuncia ante las naciones del mundo que Estados Unidos cometió el secuestro y robo en alta mar de dos buques con petróleo venezolano, aproximadamente 4 millones de barriles, además de decretar un bloqueo contra las exportaciones petroleras venezolanas. Venezuela asevera que estas acciones constituyen, de acuerdo al derecho internacional, actos de piratería.
“Que estos actos sean ejecutados por las fuerzas armadas de un Estado los hace aun más graves, pues constituye adicionalmente actos de agresión conforma a la resolución 3314 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, violaciones a la Convención de Alta Mar de 1958, ratificada por estados Unidos, que reconoce la jurisdicción exclusiva del Estado pabellón, ataques directos contra la seguridad de la navegación marítima y el comercio internacional prohibidos por la Convención para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Navegación Marítima ”, señala la nota.
Maduro en su escrito apela a la historia para alertar que la inacción de la comunidad internacional ante la agresión y el desprecio por el derecho internacional tiene consecuencias devastadoras. Señala que “el silencio y la pasividad internacional frente al ascenso del nazismo condujeron a una tragedia humana sin precedentes: el holocausto y una guerra mundial”.
Hoy la lógica es la misma, dice, “si se tolera el uso unilateral de la fuerza, la ejecución de civiles, la piratería y el saqueo de recursos de Estados soberanos, el mundo se encamina hacia un escenario de confrontación global de proporciones imprevisibles”.
Venezuela reafirma su vocación de paz, al tiempo que declara que está preparada para defender su soberanía, su integridad territorial y sus recursos conforma al derecho internacional. Advierte que estas agresiones no impactarán solo a Venezuela, ya que el bloqueo y la piratería contra el comercio energético venezolano afectarán el suministro global de petróleo, incrementarán la inestabilidad de los mercados internacionales y golpearán las economías de América Latina y el Caribe y el mundo, especialmente en los países más vulnerables.
“Defender hoy a Venezuela es defender la paz, la legalidad internacional y la legalidad del mundo”, finaliza la carta fechada el lunes 22 de diciembre.
Rusia ofrece cooperación
Más temprano, el canciller, Yván Gi,l informó que, durante una llamada telefónica con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, este afirmó que Rusia brindará toda su cooperación y apoyo a Venezuela en contra del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos al país caribeño.
“He conversado telefónicamente con el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, reafirmando la relación de hermandad, respeto y cooperación estratégica que nos une”, escribió Gil en redes sociales.
También indicó que en la conversación repasaron las agresiones y violaciones flagrantes al derecho internacional que se vienen cometiendo en el Caribe: ataques contra embarcaciones y ejecuciones extrajudiciales y los actos ilícitos de piratería ejecutados por el gobierno de los Estados Unidos.
Lavrov expresó la solidaridad de Rusia con el pueblo de Venezuela y con el presidente, Nicolás Maduro Moros, y ratificó su pleno respaldo frente a las hostilidades provenientes de Washington, señalando que “este tipo de agresiones no pueden ser toleradas”.
Asimismo, Rusia respalda las acciones emprendidas por Venezuela en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, tal como la semana pasada ya lo manifestó el gobierno de China.





