Por Matilde Pérez Uribe
México, DF. Los 40 integrantes de la 11 Caravana de Madres Centroamericanas en busca de sus hijos y sobrinos desaparecidos pidieron a la Virgen de Guadalupe fuerza para continuar en búsquedas de quienes dejaron de tener noticias hace más de 15 años.
Procedentes de Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador, las madres y padres de los desaparecidos llegaron a la Basílica de Guadalupe, en donde el sacerdote Eugenio Ramírez oró para que los pueblos centroamericanos dejen de ser “tan golpeados por la violencia y la corrupción”; también pidió que los gobernantes dejen de estar al servicio de intereses particulares y ayuden a las personas de sus respectivas naciones a salvar vidas.
Entre los miles de peregrinos que empezaron a llegar a la Basílica, localizada en el norte de la ciudad de México, previo a la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe, las madres de los centroamericanos dejaron como ofrenda una manta en la que plasmaron, con pintura, los nombres o iniciales de sus hijos o sobrinos y al igual que en los códices, dibujaron pies para simbolizar el acercamiento con los desaparecidos.
La hondureña María Elena Moradel Godoy plasmó en la manta su agradecimiento por encontrar a su hijo Melvin Javier Lanza Moradel tras 15 años de búsqueda. Cinco minutos de alegría borraron los tres lustros de dolor e incertidumbre, comentaron las integrantes de la caravana.
La manta y un ramo de rosas fueron depositadas en el altar de la Basílica.