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Por Susana González
Presidentes de municipios de alta marginación de los estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero protestan desde este mediodía en las oficinas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en Avenida Constituyentes para exigir a Isaac Gamboa, titular de la Unidad de Política y Control Presupuestal (UPCP) de la dependencia la entrega de mil 200 millones de pesos que fueron presupuestados este año para combatir la pobreza en sus comunidades.
Los municipios afectados son 400 pero a la manifestación sólo acudieron 30 presidentes municipales acompañados de decenas de sus regidores y son encabezados por el senador del PRD, Benjamín Robles Montoya. Es la segunda protesta de este tipo que realizan pues en septiembre pasado efectuaron otra en Palacio Nacional sin haber obtenido resultados al respecto.
Una comisión integrada por el legislador y cinco alcaldes de Oaxaca fueron recibidos por el mismo Isaac Gamboa poco antes de la una de la tarde, mientras alrededor de cien personas aguardan su salida sin obstruir el tráfico de Constituyentes aunque patrullas y granaderos de la policía capitalina fueron enviados al lugar porque el senador advirtió que realizarían un bloqueo si no los atendían.
Los alcaldes acusan a Hacienda de que en este año les ha hecho dar varias vueltas a la Ciudad de México para tramitar la entrega de recursos pero siempre posponiendo el trámite pretextando que les falta algún documento.
El impago les ha ocasionado problemas con las comunidades que gobiernan e incluso el presidente municipal de San Pedro Jocotipac, en Oaxaca, Samuel Miguel Diego, fue metido a la cárcel durante dos días porque la población, enterada de que el gobierno federal entregaría los recursos a principios de año, lo acusó de haberlos recibido y quedárselos.
Una situación similar viven sus homólogos de otros municipios, cuyas comunidades no dejan de exigir la realización de obras planeadas con esos recursos, como es el caso de Fortino López Díaz, presidente municipal de San Miguel Huatlán, un municipio en la sierra sur de Oaxaca y de tan sólo 8 mil habitantes, la mitad de origen zapoteco, para el que se asignó un millón 700mil pesos que debería haber recibido desde principios de año para pavimentar 300 metros del centro de la cabecera municipal.
