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Campesinos en plantón en Morelos acusan acoso de la Guardia Nacional

Inconformes con la termoeléctrica y policías en uno de tantos enfrentamientos que han protagonizado. Foto La Jornada de Oriente/ archivo

Rubicela Morelos Cruz, corresponsal

Cuernavaca, Mor. Los campesinos que se oponen al Proyecto Integral Morelos (PIM) y que se plantaron desde el pasado lunes en un campamento frente de las oficinas de la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco), en rechazo al desalojo que sufrieron sus compañeros por elementos de la guardia nacional y el reinicio de los trabajos del acueducto, este día denunciaron que están siendo “acosados e intimidados” por elementos de la Guardia Nacional, así como un helicóptero que sobrevuela la zona, y trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Una ejidataria que fue entrevistada telefónicamente denunció, que esta mañana, una patrulla con elementos de la Guardia Nacional llegó al plantón que ahora mantienen las 24 horas, frente de las oficinas de Asurco, supuestamente, porque argumentaron (los uniformados) que les denunciaron que en dicho plantón estaba llegando gente armada.

Pero esto es falso, respondió la campesina morelense, y advirtió que tal vez el gobierno federal y estatal quieran acusarlos o sembrarles armas para criminalizar su lucha por el agua que están dando.

“Nos sentimos acosados, intimidados, y ahora confirmamos que la Guardia Nacional quiere entrar a este plantón, a desalojarnos también, ahora con el argumento de que estamos armados”, afirmó la entrevistada.

En caso de que sean reprimidos o acusados responsabilizó de esto al presidente Asurco, Rogelio Plascencia Barreto, ya que este no ha dado la cara desde que el gobierno federal y estatal desalojó los dos plantones que los ejidatarios mantenían desde el 2016 para impedir que se llevaran su agua a través de ese acueducto del PIM.

Aparte de la policía estatal, federal y el helicóptero que sobrevuela esta zona oriente de Morelos, los campesinos denunciaron que camionetas con hombres vestidos de negro a cada rato pasan por el plantón y que los graban. Por lo que responsabilizaron al presidente Andrés Manuel López Obrador, y al gobernador, Cuauhtémoc Blanco Bravo, si algo les pasa. El plantón de los ejidatarios, frente a Asurco, está sobre la carretera Cuautla-Ayala.

En ese contexto, Jaime Domínguez Pérez, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, sentenció que el desalojo de los dos plantones- campamentos que mantenían los ejidatario en las orillas del Río Cuautla, en San Pedro Apatlaco, ocurrido la madrugada del lunes 23 de noviembre, y el reinicio de los trabajos del acueducto resguardados por cientos de policías de la Guardia Nacional, le costará políticamente muy caro al presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, porque, con la acciones “ilegales” que hicieron, sólo “agrandaron” el problema, y elevaron este conflicto a nivel nacional e internacional.

“Estas acciones ilegales que hicieron la madrugada del lunes, la orden de enviar elementos de la guardia nacional a desalojar a nuestros compañeros, pese a 19 amparos vigentes que tenemos, más 10 suspensiones de plano, por supuesto que le va pegar políticamente al presidente (Obrador). Ya perdió Hidalgo, y ya perdió Coahuila, y Morelos lo va perder, definitivamente, esto es harakiri que se está haciendo (Obrador), de momento sí mucho triunfalismo, pero él nada más se está echando más tierra porque esto políticamente va a ser un costo muy alto para él.

“Si entró la Guardia Nacional (a San Pedro Apatlaco), en donde siguen hasta hoy resguardado a los trabajadores que construyen el acueducto, la entrada de la Guardia Nacional es el comienzo, no sé qué vaya pasar después, pero es el comienzo, esto es el comienzo y él (Obrador) tendrá que apechugar esa decisión de mandar a la Guardia Nacional”, dijo Domínguez Pérez detenido y torturado por oponerse al PIM en el pasado sexenio estatal.

Consideró que con dicho desalojo y toma ilegal (del territorio en donde estaban sus campamentos) por el gobierno federal, estatal, la CFE y la Guardia Nacional, lo único que han hecho, es “agrandar el problema, es otra etapa, pero eso no quiere decir que en cuatro, en cinco años o en 10 va a parar, esto no va a parar porque de veras es un monstruo (el Proyecto Integral Morelos)”, agregó Domínguez Pérez.

El PIM comenzó a proyectarse en este estado desde las administraciones del ex gobernador, el panista Marco Antonio Adame, y el ex presidente Felipe Calderón. Y en las siguientes administraciones del ex gobernador, Garco Ramírez y el ex presidente del país, Enrique Peña Nieto, comenzó a edificarse con la fuerza estatal y federal.

Es decir, que lleva más de diez años en construcción, y según Domínguez, se echarán otros diez años más, porque los ejidatarios y campesinos se resisten que el PIM opere en Morelos (contrario a lo que dice la CFE), porque lo primero que les quitará, aseguró, será el agua que usan para sus cultivos, también contaminarán su medio ambiente, y acabará con la vida campesina, con sus tierras por las que peleó y murió el general Emiliano Zapata.

Mencionó que tal vez, con la “fuerza pública”, como iniciaron los trabajos en el termoeléctrica (2012), y como tratan de terminar el acueducto (2020), “podrían llevarse el agua de los campesinos”, pero, advirtió, que una vez que opere esta termoeléctrica los problemas van ser peores, porque descargarán aguas muertas sobre el río Cuautla, lo que convertirá este afluente en aguas inservibles, el ruido que genere afectará a la comunidad indígena de Huexca, y la contaminación que provocará al aire afectará todo Morelos.

Ahorita, dijo que el gobierno federal se aprovechó de que los campesinos están en tiempos de cosecha de sus maíz, sorgo y otros frutos y semillas, y la pandemia de covid-19; pero, aseguró, que cuando vean que el agua baja contaminada, muerta, y que les disminuyen su caudal para sus cultivos, entonces va comenzar la “guerra, lucha” por el agua en Morelos.

La incongruencia del presidente Obrador, aseguró Domínguez, ha quedado demostrada, ya que el año 2014 y 2016 en una de sus giras a Morelos rechazó el Proyecto Integral Morelos, incluso dijo “que poner una termoeléctrica en tierras zapatistas, era como poner un basurero en Jerusalén”. Con estas palabras los campesinos morelenses consideraron que una vez que este llegara a la presidencia cancelaría este megaproyecto, pero no fue así, mencionó el también ganador del premio de derechos humanos Sergio Méndez Arceo. Al contrario, ahora, sostiene, agregó Donínguez, que se tiene que echar andar porque costó 20 mil millones de pesos. En las tres elecciones presidenciales, Obrador (la tercera fue la vencida) ha ganado el estado de Morelos. Pero, los activistas del Frente aseguran que con esto que mandó (el desalojo y construir con fuerza pública y sin respetar procesos legales vigentes) hacerle a los campesinos zapatistas, “provocó un voto de castigo para su partido político y sus aliados en las próximas elecciones”.

Los campesinos que se oponen al Proyecto Integral Morelos (PIM) convocaron para este sábado a una movilización contra la imposición del PIM, y en rechazo a la militarización en Morelos y para exigir justicia para el asesinato de Samir Flores. La protesta central se realizará en Cuautla en la plaza Revolución del Sur, en donde está la estatua del general Emiliano Zapata, y en donde descansan los restos del Caudillo del Sur.