Tetelcingo Mor. La exhumación de cuerpos en una fosa común ubicada en un panteón de Tetelcingo, en el centro de México, culminó hoy tras 12 días de labores en los que se recuperó un total de 117 cadáveres, entre los que se cuentan dos niños y un feto.
Anteriormente, las autoridades del estado de Morelos dijeron que eran 116 cuerpos los que estaban enterrados en la fosa, la que utilizaban sin cumplir los protocolos necesarios desde hace más de 10 años.
Las labores terminaron alrededor del mediodía y el fiscal de Morelos, Javier Pérez Durán, confirmó a los medios que se realizarán muestras de ADN a los 117 cuerpos recuperados para que puedan ser reclamados por sus familiares.
La fosa fue descubierta por la familia de familia de Oliver Wenceslao Navarrete, un joven había que sido secuestrado y asesinado en 2013, y cuyo cuerpo fue llevado a la morgue, pero la fiscalía, en lugar de entregarlo, lo mandó a la fosa común sin avisar a la familia.
Tras el descubrimiento, otros familiares de desaparecidos, así como organizaciones y colectivos civiles, presionaron al gobierno de Morelos, por lo que la Fiscalía empezó a retirar los cadáveres del sitio, identificarlos adecuadamente y sepultarlos en mejores condiciones.
El gobierno de Morelos aseguró que en el panteón de Tetelcingo se mantendrá la atención a los familiares, provenientes tanto de esa entidad como de otros lugares del país, que buscan a sus parientes desaparecidos.
Asimismo, puso a disposición de las familias un archivo fotográfico del caso, con base en la información obtenida durante el proceso de investigación que se sigue y por la instrucción de la Fiscalía.