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Roberto Garduño y Enrique Méndez
Ciudad de México. Con el argumento de que en los años recientes “se ha apoyado en demasía a la industria cinematográfica”, una diputada de Morena, Simey Olvera Bautista, presentó una iniciativa de reforma a la ley del ISR, que en los hechos pretende reducir el estímulo fiscal para la producción filmográfica mexicana, vigente desde 2006.
Se trata del estímulo conocido como Eficine, que permite a los contribuyentes aportar recursos en efectivo a proyectos de producción o distribución cinematográficos, trasladado al ISR.
Sin embargo, la diputada -locutora en Hidalgo y que antes de saltar a Morena militó en el PRD- afirma que “es necesario hacer un replanteamiento en los apoyos gubernamentales para ser dirigidos a otras áreas de la cultura, en virtud de que el cine y demás medios audiovisuales han cobrado una relevancia importante en la industria, lo que les permitirá seguir creciendo de manera sustentable con el nicho que han creado y sostenido en gran parte por los apoyos gubernamentales”.
Según la diputada, el supuesto exceso del apoyo fiscal se determina “con la producción de solo 9 películas en 1997, y posteriormente, a partir del año 1998, con la creación del Foprocine, Fidecine y Eficine, la industria ha venido creciendo de forma exponencial y desde la creación de los apoyos gubernamentales, sólo en el año 2017, se cuenta con 176 películas mexicanas producidas, registrando cada año un récord histórico en relación al año anterior”.
Además sostiene que “los excelentes números de la industria cinematográfica, tomando en consideración la parte de distribución, son un referente dentro del PIB en el ramo de cultura y que además registró un incremento promedio de 6.5 por ciento anual den el periodo 2008-2016, superior al 2.2 por ciento del PIB nacional.
“En números reales, se tiene que, en 2016 el PIB de la industria cinematográfica ascendió a 13 mil 376 millones de pesos, representado en ese año 0.10 por ciento del PIB de la economía nacional”.
Además afirma que en promedio una película cuesta 24.8 millones de pesos y que de 2015 al primer semestre de 2018, se han otorgado beneficios fiscales por 2 mil 303 millones de pesos para la producción de 207 películas, así como 150 millones de pesos para la distribución de 110 películas, y que en contraste otras expresiones culturales como el teatro y la música no tienen ese apoyo.
La iniciativa pretende extender el apoyo fiscal para toda la creación cultural en el país, pero al hacerlo reduce la participación de contribuyentes al financiamiento del cine nacional.
La iniciativa se encuentra a revisión en la Comisión de Hacienda.
