La vulnerabilidad de los ancianos

Las personas que llegan a la vejez con alguna desventaja por enfermedad o precariedad económica, son vulnerables y con alto riesgo de ser víctimas de maltrato físico, sicológico y económico. Al Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) llegan algunos pocos casos, porque lo común es quelos viejos no se quejan. No se atreven a acusar a sus hijos que los despojaron de su casa o los agredieron.

Son situaciones complicadas, afirmó Sergio Valdés, director de Atención Geriátrica del Inapam. Ha pasado, dijo, que llegan –hombres y mujeres– muy enojados porque alguno de sus hijos le impide hacer uso de su tarjeta donde recibe la pensión. Los asesores del Inapam lo acompañan a levantar la denuncia ante el Ministerio Público, pero se arrepiente. Muchas veces el quejoso se va.

El funcionario subrayó la situación de desventaja en que se encuentran los adultos mayores, a pesar de las leyes que los protegen. A un niño lo protege el DIF cuando sus padres están imposibilitados para cuidarlo. Por los viejos no se puede hacer nada si ellos no lo piden o no denuncian.

En México se necesita una cultura de cuidado y protección de los adultos mayores, pero sobre todo de respeto, señaló Valdés.

“Se trata –dijo– de evitar violaciones de derechos como los que padece un arquitecto mayor de 60 años: tiene deterioro cognitivo y vive solo. Su único hijo lo fue a buscar pero sólo para hacerse de las escrituras de la casa. El joven no atiende al señor y éste, a causa de la demencia que padece, a veces se pierde durante días”.

El Inapam se enteró del caso por una denuncia anónima. No pudimos hacer nada porque la persona que nos avisó ya no quiso dar mayor información ni nada. Así no podemos hacer nada, explicó Valdés.