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Por Jesús Aranda
Ciudad de México. Ante la crítica de organizaciones civiles a la actuación de los jueces y magistrados federales -por liberar a presuntos delincuentes por violación al debido proceso-, el ministro Luis María Aguilar Morales aseveró que es y ha sido una mala práctica descalificar a los jueces fuera del contexto en el que han juzgado, haciéndolo sin conocimiento directo de los hechos y derechos que han estado en juego en cada caso concreto.
Dijo que si el camino -hacia el nuevo sistema acusatorio-, se pavimenta de acusaciones de corrupción, por sólo disentir de sus decisiones, pero sin razones y pruebas fundadas, en nada contribuirá a la legitimidad de los juzgadores que, al menos en el ámbito federal, constituyen el eslabón más fuerte de esta cadena que soporta lo que ustedes mismos, destacados representantes de los diversos sectores confluyeron para idear, diseñar, impulsar y hacer realidad: Un nuevo sistema de justicia penal.
Por supuesto que los jueces no son infalibles, dijo Aguilar, presidente de la Suprema Corte de Justicia.
Agregó que afortunadamente son pocos los casos, por lo que creo no merezcan, todos, una descalificación generalizada.
Y apuntó que en su administración tres magistrados y tres jueces federales han sido destituidos de sus cargos por diversos motivos.
Al participar en el Octavo Foro sobre Seguridad y Justicia, ante el presidente Enrique Peña Nieto, funcionarios del gabinete de seguridad y representantes de organizaciones civiles, Aguilar dijo que, a unos días de que se implemente el Nuevo Sistema de Justicia Penal y a ocho años de que inició el proceso para llegar consolidar el sistema penal acusatorio, en la totalidad de los casos que ha conocido la justicia federal está involucrada la flagrancia.
El desafío del nuevo modelo, subrayó, enfrenta es mantener constante el flujo de solución de conflictos de índole penal una vez que se incrementen los procesos como resultado de labor de investigación de la policía y del ministerio público.
