Ciudad de México. La iniciativa del gobierno federal para que en la Constitución se reconozcan los matrimonios entre personas del mismo sexo –que se presentó hace un par de días—, debe ir acompañada de políticas públicas dirigidas a las escuelas, medios de comunicación y demás instituciones, a fin de que ayuden a modificar prácticas discriminatorias cotidianas, afirmó la directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM, Ana Buquet Corleto.
Y es que, enfatizó, el cambió más complejo será transformar la mentalidad de quienes sostienen que el único modelo de familia debe ser el conformado por la unión de una mujer con un hombre (heterosexual). Por ello la propuesta del Ejecutivo federal enfrentará oposición de sectores conservadores.
La académica universitaria indicó que si bien es un avance que en las leyes se especifique que todos los individuos son iguales como seres humanos, acotó que por sí mismas, las normas no transforman la realidad. “Hay mucho trabajo por hacer para erradicar la discriminación y transformar mentalidades”.
Frente a la oposición que habrá de grupos conservadores a la iniciativa presidencial, la especialista en género, sexualidad y educación superior consideró que será necesario dialogar desde la lógica de los derechos humanos y la dignidad de las personas.
“El tema más complejo es la cotidianidad, pues mucha gente tiene muy metido en la cabeza que la vida y la sexualidad humana debe ser heterosexual; si se transforman les parece algo contra natura y esto es lo que hay que modificar”.
Agregó que los seres humanos son seres culturales, sociales y subjetivos, por lo que la expresión de la sexualidad atraviesa por diversas dimensiones. “La forma en la que se componen las familias ha cambiado a lo largo de la historia, así como sus fines. Por lo que resulta erróneo sostener que la familia es la unión de un hombre y una mujer con el objetivo de tener hijos”.
Subrayó que la iniciativa anunciada el martes por Enrique Peña Nieto “es interesante”, ya que plantea que la unión de dos personas mayores de edad tiene que ser libre, con la intención de tener una vida en común y ayudarse mutuamente; para contar con un espacio de solidaridad, respeto e igualdad; para apoyarse en el desarrollo de los niños y tener una vida más plena.
Por tratarse de una propuesta federal, abre la posibilidad de modificar las constituciones y códigos civiles de los estados de la República. “Ojalá que con este tema no suceda lo mismo que con la interrupción legal del embarazo, que tras aprobarse en la Ciudad de México otras entidades revisaron y legislaron de manera restrictiva el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo”.
Consideró que la aprobación por parte de las instancias legislativas no será una tarea sencilla, pues existen aún personas conservadoras que tienen la percepción que hay seres humanos de primera, segunda y tercera.
La iniciativa plantea reformar el artículo 4 de la Constitución para reconocer como derecho humano que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación por motivos de origen étnico, discapacidad, condición social, religión, género o preferencias sexuales. Además, se propone modificar el Código Civil Federal para que el matrimonio igualitario pueda realizarse sin discriminación alguna, entre personas mayores de 18 años.