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Rosa Elvira Vargas
El Salto, Jal.
La confianza no se logra de la noche a la mañana y cuando se obtiene fácil, así puede destruirse. Por ello, consolidar y afianzar esa certeza “toma tiempo”, señaló el presidente Enrique Peña Nieto. Pidió valorar la actual estabilidad de precios en el país y dar dimensión a los cambios de fondo impulsados “para construir instituciones sólidas” en beneficio de los mexicanos.
El Banco de México es “una institución emblemática” para la economía nacional y genera certeza a los agentes económicos. Tiene –añadió– estrecha colaboración con la Secretaría de Hacienda para manejar responsablemente la economía nacional y por ello, “hoy México es reconocido en el mundo por sus sólidos fundamentos macroeconómicos”.
Tal condición, añadió, es especialmente importante en un entorno financiero internacional complejo “de alta volatilidad y aversión al riesgo y donde México debe seguir distinguiéndose por su capacidad para brindar certidumbre y confianza”.
Así, el mandatario ponderó el desempeño del banco central para tener actualmente la inflación en un mínimo histórico de 2.52 por ciento, y en el mismo discurso hizo un nuevo reconocimiento a las fuerzas armadas, a las cuales, él a su vez, se comprometió a “apoyar y servir.
“Ha sido para mí, durante este tiempo, como presidente de la República, un honor y una distinción constatar el profesionalismo de nuestras fuerzas armadas y su dedicación, amor, lealtad y entrega que tienen para con nuestro país. La entrega que hacen todos los días para respaldar y proteger las instituciones democráticas” de México, expresó.
La doble referencia del presidente Peña ocurrió a propósito de celebrar aquí el 90 aniversario de la fundación del Banco de México y de la emisión, por esta institución, de una moneda conmemorativa de 20 pesos por el centenario de la creación de la Fuerza Aérea Mexicana.
Ahí mismo, el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, refrendó, “sin confusiones ni protagonismos”, la lealtad, con honor y compromiso, de las instituciones castrenses a la soberanía nacional y al presidente Peña en su condición de comandante supremo.
En la ceremonia, el mandatario expuso la relevancia de mantener la estabilidad macroeconómica, porque más allá de una referencia técnica, apuntó, implica confianza entre los propios mexicanos y hacia el exterior a partir del manejo de las finanzas públicas, preservar el valor adquisitivo de la moneda y, a partir de ahí, dar certidumbre a los inversionistas y tranquilidad a la población para construir su propio patrimonio.
El cumplimiento de las funciones del Banco de México sobre todo en materia de inflación, apuntó enseguida, es relevante y positivo para la economía nacional, sobre todo frente a la historia de, ejemplificó, los años 80 del siglo pasado, cuando el alza de precios llegó a ser de 135 por ciento.
Felicitó entonces al gobernador del banco central, Agustín Carstens, por actuar con responsabilidad y proyectar certidumbre hacia México en los mercados financieros, “en este entorno global complejo y difícil que hoy viven todas las economías del mundo” .
Reiteró el objetivo de proteger “lo más importante”, que es la economía de las familias como vía para promover el consumo, la inversión y el dinamismo del mercado interno, “como ha venido ocurriendo.
“Esta poderosa combinación de estabilidad en los fundamentos y transformación de las estructuras productivas representa una gran oportunidad para liberar el potencial económico” de México, concluyó Peña.
