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Presentación póstuma del libro de narcoperiodismo de Javier Valdez

Javier Valdez “recogió los testimonios de la soledad, del silencio, de la rendición, de la mansedumbre en que cayeron los medio", dijo Villarreal. Foto José Antonio López

Rubén Villalpando

Ciudad Juárez. En el marco de la Feria Estatal Chihuahua del Libro en Ciudad Juárez, anoche fue presentado en el museo la Rodadora, el libro “Narcoperiodismo: la prensa en medio del crimen y la denuncia” del periodista y ex corresponsal de La Jornada en Culiacán, Javier Valdez Cárdenas, quien fue asesinado el pasado 15 de mayo en su ciudad natal.

El libro que se editó en septiembre de 2016 y fue comentado por el también periodista Andrés Villarreal, jefe de información del semanario Ríodoce de esa ciudad, quien acudió por invitación de la Red de Periodista de Juárez.

Durante el evento, en el piso fue colocada una manta de colores con el nombre de Javier Valdez Cárdenas, elaborada por un colectivo donde se exige justicia.

Durante la presentación, Andrés Villarreal dio lectura a unos fragmentos de lo escrito por su amigo y compañero de trabajo en el cual relata los riesgos de los periodistas y de las amenazas por realizar su labor profesional en México

“Si el narco salpicó de sangre y mugre al país, el periodismo tenía que resultar el primero en caer en la orfandad”, expresó Villarreal. Culiacán es de las ciudades más chicas que Juárez, pero se parecen mucho”, dijo, agregando que “Javier como periodista no era complaciente” y agregó que “hoy a la sociedad no le importa lo que les pasa a los periodistas, a pesar de que reflejan lo que está sucediendo en el país, en sus comunidades y esa realidad les alcanza también a ellos”.

Agregó que “me niego hablar en pasado de Javier, y como muchos de nuestros muertos ya cumplió porque sigue aquí con nosotros, porque deja pedazos de sí mismo en cada ejemplar como muestran sus libros que son ejemplo de integridad”.

También dijo que, en el libro, Javier Valdez “recogió los testimonios de la soledad, del silencio, de la rendición, de la mansedumbre en que cayeron los periódicos, las radios, las televisoras, y con ellos cayeron, y es obvio, los lectores, los radioescuchas, en sí todos nosotros”.

Mencionó que Javier habla de los reporteros que se le ubica y se le amenaza con gran facilidad. En el libro hay retazos de un país desgalichado, de un México donde el horror se apoderó de la realidad”, expresó.

También dijo que, en torno al asesinato del Javier Valdez, la indagatoria no avanza porque las autoridades encontraron la fórmula para no tener la responsabilidad, por un lado la federación atrae el caso y la Fiscalía Estatal dice que ya no es de su responsabilidad, al igual que en la PGR, con lo que estos casos quedan en la impunidad para seguir cometiendo los delitos, ya que si un 98 por ciento de los homicidios contra periodistas quedan impunes, invitan a los criminales a seguir agrediendo porque saben que en su mayoría no serán del dos por ciento de los casos resueltos.

Por casos como el de Javier Valdez y el de Miroslava, los periodistas se repliegan en los temas que manejan, porque no se pueden poner en peligro y viene la autocensura. Se convierte así en un trabajo mermado, además de que dificulta acercarse a las fuentes que filtraban temas porque ellos mismos se replegaron debido a la violencia, aunque, puntulizó, a los gobiernos como el de México le interesa más lo que se escribe en el extranjero del país que lo interno y ahí existe una esperanza.

JSL
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