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Rosa Elvira Vargas
Ciudad de México. En la adquisición de la llamada “Casa Blanca” en 2014 -propiedad inmobiliaria de la que se dijo dueña Angélica Rivera de Peña- todo se hizo en forma “estrictamente legal” y así quedó acreditado con información pública y exhibida “sin tener siquiera necesidad ello”, pero lo real es que impactó “en la credibilidad del gobierno, de la institución presidencial y de la actual administración federal”, acepta el presidente Enrique Peña Nieto en el promocional lanzado este día a propósito de su 6to informe de Gobierno.
“Creo que la manera en que manejamos en sus momento la explicación del asunto, tampoco fue correcta. Nunca debí permitir que mi esposa diera esa explicación porque era yo el que tenía la responsabilidad, el cuestionamiento era sobre el Presidente”, añade el mandatario.
Dice también haber ofrecido una disculpa pública sobre este asunto, “no tanto porque se hubiese actuado equivocadamente, sino por cuánto afectó la credibilidad de la institución presidencial y del gobierno”.
El presidente Peña Nieto, al presentar a través de un video de dos minutos un nuevo tema para hacer balance de su gestión, admite que la compra de esa propiedad “sin duda marca a esta administración sobre todo por la forma en que escaló este asunto en distintos ámbitos”.
El tema de la Casa Blanca impactó negativamente en la credibilidad de la Institución Presidencial, y lo lamento. En todo momento, el quehacer de este Gobierno ha sido enriquecido por la crítica y siempre hemos respetado la libertad de expresión. pic.twitter.com/7fuszoYMkx
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 31 de agosto de 2018
Asegura también haber encabezado una gestión respetuosa de las instituciones del Estado, de la forma de pensar de cada mexicano y haber gobernado en pluralidad y con respeto a las distintas expresiones políticas, “construyendo con ellas, buscando los acuerdos y los consensos para impulsar los cambios que el país necesitaba”.
Insiste en definir al suyo como un gobierno “especialmente respetuoso de la libertad de prensa, de la libertad de expresión”.
En efecto, apunta, habrá quienes han señalado y criticado, pero eso muchas veces ha servido para enriquecer el quehacer del gobierno. Y reivindica entonces: “lo que no se puede dejar de reconocer es que hemos sido un gobierno democrático, plural, respetuoso de la libertad de expresión como un derecho que consagra nuestra Constitución”.
