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Carolina Gómez Mena
Ciudad de México. Luego del estallido de un artefacto explosivo, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reforzará las medidas de seguridad en el edificio sede del episcopado, informó Alfonso Miranda, secretario general del organismo episcopal.
No obstante indicó que esto no implica que se vaya a “hacer de este edificio un búnker”, porque son instalaciones de servicio y que son visitadas por todos los obispos del país.
Así mismo dijo que los abogados del episcopado trabajan en la demanda que se interpondrá por el hecho y detalló que han tenido el respaldo de las autoridades federales y capitalinas en busca de esclarecer la situación.
En conferencia de prensa en la que reconoció que este es el primer incidente de esta naturaleza en contra de instalaciones de la CEM, descartó que esta acción sea un ataque directo en contra de la iglesia católica.
Apuntó también que hasta el momento no han recibido amenazas y que ningún grupo se ha adjudicado la colocación del artefacto explosivo.
La madrugada de hoy, alrededor de la 1:50 horas detonó un artefacto explosivo en el acceso principal de las oficinas de la CEM, ubicado en prolongación Misterios 26, a un costado de la Basílica de Guadalupe. En el incidente no hubo lesionados, solo algunos daños materiales.
El también obispo auxiliar de Monterrey detalló que según los videos de las cámaras de seguridad ubicadas a las afueras del edificio fue un individuo el que dejo un paquete envuelto en una bolsa de plástico frente al acceso principal, después prendió un cigarro y se alejó. En ese momento fue cuando explotó y se registraron las llamaradas.
Detalló que al menos cinco personas se encontraban en las instalaciones pero ninguno de ellos ni de los transeúntes resultaron lesionados.
“Se oyó un estruendo enorme, me tocó a mí escucharlo en toda su amplitud”, dijo Miranda.
Tras los hechos violentos, la CEM hizo un llamado a la serenidad, la prudencia y el respeto a la vida humana y a sus instituciones y a construcción de la paz.
Señaló que este hecho invita a reflexionar sobre la necesidad de reconstruir el tejido social para propiciar un ambiente de seguridad pero sobre todo de paz.
El jerarca reconoció que se tardaron en dar parte a las autoridades tanto capitalinas como a nivel federal ya que primero dieron aviso al presidente de la CEM, el cardenal Francisco Robles Ortega, y al nuncio apostólico en México, Franco Coppola.
Fue durante el transcurso de la mañana que llegaron al Episcopado peritos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y de la Procuraduría General de la República (PGR).
Hasta el momento no se ha determinado si las investigaciones se realizarán a nivel local o federal.
Indicó que tomarán las medidas necesarias para mantener la seguridad en las instalaciones.
“No podemos ser ingenuos, como para no preocuparnos, obviamente tenemos que en cada una de las diócesis, tomar las precauciones debidas (…) los sacerdotes no podemos salir con guardias no es nuestro estilo de vida ni nuestra vocación”.
En las instalaciones de la CEM alrededor de 30 personas laboran diariamente.
Los vídeos de vigilancia fueron entregados a las autoridades capitalinas para que los analicen.
De acuerdo testimonios de vecinos la zona es tranquila, sólo ha habido casos de delincuencia común, como robo a autobuses y a transeúntes.
El 14 de julio pasado un trabajador de 65 años de edad perdió un dedo al manipular una caja de galletas con la leyenda “Donativo para la casa del Señor con todo el Amor”, la cual contenía un explosivo que encontró en un jardín en Insurgentes Norte, colonia Lindavista, en la misma delegación.
