Monterrey. Para Rodrigo Medina, la “Operación Tornado” iniciada por el gobierno del estado, en la que se le acusa de malos manejos por 3 mil 600 millones de pesos, es un “linchamiento público” y una “persecución política”.
A través de un comunicado, Medina señaló que la intención de las autoridades estatales es “generar escándalo” con miras a las elecciones del próximo domingo en 14 estados, en las que no se encuentra Nuevo León.
El ex gobernador priista calificó la indagatoria de “pesquisas carentes de sustento jurídico” y aseguró que tiene la conciencia tranquila.
«Estamos sin duda en presencia de una persecución política, lo que se confirma con la conferencia de prensa de hoy, que se llevó a cabo casualmente en las vísperas de un proceso electoral de gran importancia para el País y en el momento en que el gobierno del Estado enfrenta severas crisis de inseguridad y disminución de la inversión”, señala el documento nombrado “comunicado número uno”.
Agrega que “desconozco el sustento legal de las acusaciones, ya que no fui citado por el ministerio público, lo que me hubiera permitido responder a las infundadas acusaciones, sin embargo, el día de hoy se hizo patente que su interés es el escándalo público para distraer la atención de la sociedad de los verdaderos problemas, y no el conocimiento de la verdad.
«Tengo la conciencia tranquila y el pueblo de Nuevo León puede estar seguro de que durante mi gestión no llevé a cabo alguna conducta indebida, y para ello acudiré a los tribunales competentes, los que reconocerán lo infundado de las acusaciones», señala el ex mandatario estatal.
Las autoridades estatales señalaron a Medina y a ex funcionarios, parientes y amigos de diversas anomalías por las que solicitaron ejercicio de acción penal.