Jorge Torres
“Tenemos que reconocer que no estamos en la gloria, ese es el primer paso: la gloria no es San Luis Potosí, reconocer con toda humildad que la realidad ha superado los deseos más optimistas en materia de seguridad”, manifestó el vocero del arzobispado de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera, al referirse a la escalada de hechos delictivos que se ha presentado en la ciudad desde inicios de esta semana.
Señaló que como sociedad no debemos acostumbrarnos a vivir con la violencia, y aseguró que “no se trata de tirarle a nadie”, pero la invitación que hace la Iglesia a las autoridades estatales es cambiar la estrategia en materia de seguridad porque no está funcionando la actual: “estamos a la espera de una táctica más inteligente y ojalá San Luis Potosí no se convierta en un estado en donde la delincuencia lleve las riendas”, enfatizó.
Priego Rivera destacó que no se quiere que San Luis Potosí llegue a situaciones violentas como las que se viven en otros estados, y consideró que se está a tiempo para detener a los grupos criminales que creen que tienen “la riendas de la ciudad” o que piensan que pueden tenerlas, pues “para eso está la fuerza pública, para disuadirlos y hacerles ver que están en un profundo error”.
Asimismo, expuso que se está viviendo un época de violencia que espera sea pasajera, pero reiteró que lo fundamental es que las autoridades reconozcan que la estrategia usada no ha sido la correcta.
Finalmente, apuntó que, aunque no se puede asegurar qué está provocando esta ola de violencia, si es alguna disputa entre grupos delincuenciales o son hechos de ajuste de cuentas, independientemente de esto, es una señal para que los ciudadanos sepan que hay grupos delictivos en el estado y que deben cuidarse al salir a la calle, por lo cual también debe haber una policía más cercana a la ciudadanía, porque algo está fallando y el Estado debe ser consciente de ello.





