#SinVotoNoHayDinero
25 enero, 2017
La asignatura maldita
25 enero, 2017

A contracorriente

Carlos López Torres

Acostumbrados a nadar de muertito, los gobernantes mexicanos, conformes siempre con las decisiones y designios del imperio administrado ahora gerencialmente por Trump presidente, parecen ratones asustados frente al formidable reto impuesto por el xenófobo empresario, que actúa sin contemplación alguna hacia sus “amigos” empresarios de este lado del Bravo.

Como si la “administración de la abundancia”, cacareada por el entonces ex presidente José López Portillo en su tiempo, a fuerza de la dilapidación y las corruptelas institucionalizadas, públicas y privadas, no hubieran hecho mella en el llamado oro negro, al grado del casi agotamiento, según la versión oficial.

Como si la mentada gallina de los huevos áureos, hoy prácticamente estéril, según el dicho de Peña, se fuera a reconvertir en productora de la noche a la mañana con su liquidación y privatización.

Los eternos beneficiarios de la riqueza en México, especialmente de la petrolera, ante los nuevos escenarios que nos depara la inminente división mundial del capital, su redistribución y la desaceleración global, con una clase política en etapa terminal que sólo fue buena para generar la antípoda de la otrora opulencia petrolera para unos cuantos, después del gasolinazo todavía nos quisieron vender la ilusa idea de que tal medida extrema no se reflejaría en los bolsillos de los empobrecidos trabajadores, los empleados informales y los millones de desocupados, incluyendo los miles que ha dejado ya el proteccionista Trump.

Sin embargo, al poco andar del gasolinazo, las previsiones de quienes saben de crisis económicas se han cumplido. Efectivamente, el impacto del alza de los combustibles se ha reflejado en la inflación que ha alcanzado 4.78 por ciento según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, arriba de lo calculado por el Banco de México, cuya previsión era de 4 por ciento.

Por supuesto, tal nivel de inflación ha hecho polvo de inmediato los salarios de las y los millones de trabajadores, quienes derivado del aumento a los combustibles, el gas y la luz, deberán asumir los costos de no pocos productos de la canasta básica, el transporte y otros servicios.

Con todos esos sucesos económicos, apenas en inicio, y un descontento acumulado que no cesa en las calles a lo largo y ancho de la República maltrecha, lo más probable es que el año que entra el gobernador Juan Manuel Carreras López nos informará que otros 70 mil potosinos empobrecidos son beneficiarios de los apoyos contra la pobreza, en 2016 aumentó a 800 mil en número de beneficiarios, aseguró el gobernador, aunque por supuesto los recortes presupuestarios impedirán que los otros muchos miles aumentaran no obstante la romántica consigna del delegado de programa Prospera, dirigida a los 18 mil vocales que trabajan en la entidad, de “continuar impulsando este programa con alma, vida y corazón…”

Acostumbrados a luchar a contracorriente, las y los mexicanos dignos pareciera que han tomado la decisión de continuar la lucha hasta cambiar esta adversa situación.