Clave 2024: Cárdenas-Múgica
20 marzo, 2023
De nueve universidades proponen tres cajas de herramientas para profesionalizar periodistas
20 marzo, 2023

Luis Ricardo Guerrero Romero

Tonátiuh, es aquel sujeto que ante y sobre todo maximiza su personalidad, aunque le es complejo, puesto que para todos es difícil ser soberanos, para él sus principios son más que ley. Las leyendas dicen que creció y vivió de modo humilde, trabajado como pocos de su edad y viviendo las experiencias inexorables que da la desigualdad. Probablemente eso y muchas otras experiencias bien canalizadas por su padre Tulio, fue lo que lo hizo ser lo que hoy es: gobernador.

La ciudadanía no entiende plenamente qué gobierna, pero en general nadie entiende plenamente algo, todos tenemos sesgos de la episteme de la sociedad. No obstante, Tonátiuh vive mediáticamente feliz, tal como lo haría: Sansón, Apolo, Helio, Febo; personajes de la mitología que en sí representan de una u otra manera la luz. El mismo sustantivo del gobernador significa lo mismo en náhuatl. A veces Tonátiuh rememora sus primeras lecturas conscientes como aquellas obras clásicas de Marco Tulio Cicerón, de cómo gobernar un país, o aquellas más actuales que le hicieron pensar holísticamente: El universo en un junco. Ahora bien, la vida no es cuestión de suerte, sino de entuerte, de revisar qué se hizo y mejorar, de pensar y sólo de creer, porque ya sabemos eso que se dice: para creer cualquiera, para pensar pocos.

En su laboratorio virtual, sedente y ecuánime, en unas de sus tantas aplicaciones Tonátiuh gobierna todo, evalúa, discierne, disiente y elucubra estratagemas inaudibles para el resto de los mortales que aún no somos sol, que aún estamos tendientes a ser gobernados por una máquina-hombre apodada: Tonátiuh el cibernético.

Aparentemente gobernar y cibernética son dos cosas distintas, pero no, la figura de un gobernador y de un cibernético son hoy elementos distantes, para empezar una es un verbo y otra no; una parece ser un ejercicio de contacto social y humano, la otra no; la primera requiere de un nosotros, la otra opera incluso sin el yo. Sin embargo, son más semejantes de lo similar.

¿Qué significa gobernar?, ¿cómo se comenzó a gobernar?, ¿por qué el mar es ingobernable? Cuando José Martí dijo: “gobernar no es más que prever”; no equivocó, pues es el arte del pronóstico lo que hace la técnica de dirigir antiguamente una nave. Del griego antiguo: κυβερνησις [cubernesis> cibernesis] cuyo significado es: comandar o direccionar una nave en el indómito mar. Gobernar es ser el piloto, es dirigir, es prever el viaje. Tal palabra cobró esta traducción diacrónica tal como la describió Platón en el Crátilo: “relacionar una palabra con otra palabra que revele su significación profunda y oculta”; puesto que ya se asemejaban los sonidos: [g – k], de tal suerte que el griego cubernetes dio en latín gubernator. El mar es ingobernable porque es fluctuante, no así la sociedad, ésta se puede prever si el gobernador está cerca de los gobernados, tal como hace Tonátiuh el cibernético.

l.ricardogromero@gmail.com