Las reformas a Banxico van en dirección equivocada

Arturo Huerta González

La iniciativa de reforma a artículos de la Ley del Banco de México, en materia de captación de divisas, suscrita por el senador Ricardo Monreal Ávila y aprobada por el Senado de la República el 9 de diciembre del presente, supuestamente va encaminada a solucionar el destino de los dólares en efectivo que se captan a través del sistema bancario. Se dice que es para fortalecer la economía de las familias que reciben remesas en efectivo y dar seguridad a los migrantes que siempre podrán canjearse los dólares enviados en pesos en los bancos y además tal reforma apoyaría a las actividades turísticas y al comercio en la frontera. Dicha iniciativa que fue turnada a la Cámara de Diputados para su discusión y aprobación, plantea que los dólares sean vendidos directamente al Banco de México (Banxico), el cual “solo comprará dólares provenientes de los bancos”.

La Iniciativa señala que “el sistema bancario mexicano se enfrenta con la problemática de repatriar las divisas a EUA, debido a los controles y restricciones impuestas y que se enfrentan en la posibilidad de considerar la opción de dejar de recibir dólares ante la posibilidad de venderlos en su país”. Y señala que “los montos que no puedan ser repatriados serán comprados por Banxico”. Y añaden que así el banco central “reforzará la integración de las reservas internacionales fortaleciendo el objetivo de contribuir a la estabilidad de precios y generar certidumbre y solvencia económica al gobierno”. El problema de esto, es que abrir la puerta a que Banxico compre el exceso de dólares en efectivo que entra al país (donde la mayor parte es derivado del narcotráfico, pues 98 por ciento de las remesas llega vía transferencia electrónica y no en efectivo y además ahora el turismo internacional está caído), ello aumentaría las reservas internacionales, lo que abarataría el dólar y las importaciones. La producción nacional perdería más competitividad y seguiría siendo desplazada por importaciones, continuaría la desindustrialización, el bajo crecimiento, el desempleo y los bajos salarios.

Banxico por su parte, que siempre ha estimulado la entrada de capitales a través de mantener un diferencial de tasas de interés a favor de éstos, para así aumentar reservas internacionales y estabilizar el tipo de cambio y bajar la inflación para favorecer al sector financiero, ahora se opone a dicha iniciativa porque ésta abre la puerta al lavado de dinero proveniente del narcotráfico, para que éste cambie los dólares por pesos. Ello si bien aumentaría las reservas internacionales, tal forma de hacerlo está en contra de lo establecido por instituciones financieras internacionales y el banco central sería sancionado. A pesar de que la iniciativa de reforma contempla que Banxico debe mitigar los riesgos derivados de actos ilícitos con recursos de origen indeterminado, tal situación de control y vigilancia para determinar el origen de los dólares no es nada fácil, dada la gran cantidad de dólares que entran en dicha forma.

Cabe señalar que si se ha mantenido la estabilidad peso-dólar por muchos años, ha sido consecuencia de la gran cantidad de entrada de dólares al país, donde el lavado de dinero siempre ha jugado un papel importante. Es cuestión de ver la cantidad de casas de cambio que hay en el aeropuerto internacional y en todas las ciudades y pueblos del país, donde las autoridades no establecen regulación alguna de la procedencia de dichos dólares. Éstos terminan siendo funcionales para bajar la inflación y financiar el pago de la deuda externa y la libre movilidad de mercancías y capitales, lo que evidencia en que se sustenta el modelo neoliberal predominante.

Muchos países regulan el movimiento de capitales, justo para evitar que gran entrada de capitales aprecie su moneda y pierdan competitividad, y también regulan la salida de capitales para evitar prácticas especulativas que desestabilizan los mercados. El Senado debería de preocuparse de esto, de legislar para regular el movimiento de capitales y así poder tener políticas económicas a favor del crecimiento económico y del empleo, y no hacer iniciativas que favorecen el lavado de dinero.

El Senado y la Cámara de Diputados deben legislar para que el banco central introduzca en sus objetivos el crecimiento económico y el alto empleo, junto con la baja inflación. De hecho, el Grupo Parlamentario del PT en la Cámara de Diputados presentó en noviembre de 2018 una iniciativa en dicha dirección y fue congelada por el partido mayoritario. Ante la crisis actual, se debe legislar para que Banxico compre deuda pública en forma directa al gobierno federal, a baja tasa de interés, tal como está aconteciendo en muchos países, para que el gobierno pueda gastar lo suficiente para el combate a la pandemia, para apoyar a las empresas y evitar su quiebre y destrucción de la planta productiva, y para generar empleo. Sobre estos problemas deben legislar los congresistas, y no elaborar iniciativas que más que resolver los problemas, los ahondan.

ahuerta@unam.mx
Profesor del Posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM desde 1975