¿Y los 20 millones?

Jaime Nava

Desde hace meses se anunció, con la parafernalia debida, que la Universidad Autónoma de San Luis Potosí tendría un incremento presupuestal de 20 millones de pesos que servirían exclusivamente al propósito de disminuir las excesivas cuotas que en las últimas administraciones se han venido incrementando sin justificación y desproporcionadamente.

En su momento, el rector de la autónoma no mostró ningún tipo de interés en el tema y, como si a la Universidad la sobraran recursos, dejó pasar el tiempo, las exigencias de los estudiantes y las promesas que el diputado Gerardo Serrano le hacía al cada vez más priísta representante de la FUP, Guillermo Rivera.

Pues ahora bien, tanto la despreocupación mostrada por el rector como el cinismo del diputado y su vocero universitario para hacerle creer a la comunidad estudiantil que sus gestiones y buena voluntad terminarían por beneficiarles han acabado por complicar más la situación al ahora revelarse que los diputados, incluido el Chile,  tuvieron cuidado de colocar un tramposo artículo transitorio en el cual se establece que los 20 millones adicionales son imaginarios, pues en lugar de ser recursos extras, la propia Universidad deberá apartarlos del presupuesto asignado; es decir, una burla.

La culpa es nuestra, de todos, por haber confiado en las palabrerías de un diputado como Gerardo Serrano que, además de plagiarle su discurso a un diputado federal sobre la eliminación del fuero, descaradamente pretendió colocarse (y que le colocaran) medallas por acciones que al final resultaron viciadas de origen.

Sorprende, por otra parte, el silencio que sobre este tema ha guardado el rector Villar. Reporteros de todos los medios lo han buscado con insistencia; sin embargo, sus declaraciones se han limitado a reiterar que no han recibido recursos extraordinarios y que se encuentran a la espera de los mismos para poder reducir las cuotas. ¿De verdad le da lo mismo recibir o no esos recursos para beneficiar a los alumnos?

No imagino a rectores de otras universidades del país actuando con tanta ausencia de motivación para mejorar el acceso a la educación de miles de estudiantes. Este inusual comportamiento pareciera dar muestra de que el encarecimiento de la educación en San Luis Potosí obedece más a intereses particulares de quienes se mantienen en la cúpula del poder universitario y que la mínima modificación al status quo a favor de los sectores menos favorecidos de la población le incomoda a quienes consideran que la educación es una mercancía al alcance de aquellos que puedan costearla.

A pesar de las circunstancias no todo está perdido. En ocasiones anteriores he hecho notar que la existencia de cuotas diferenciadas en las distintas facultades que van desde poco más de dos mil pesos hasta superar los diez mil pesos perjudican gravemente el equilibrio académico, se convierten en un factor decisivo para elegir una profesión con base en el bolsillo y no en las aptitudes o vocación y afectan las finanzas de la UASLP.

De acuerdo con documentos de la propia Universidad, y que estaban disponibles antes de que actualizaran su imagen digital, la máxima casa de estudios obtiene ingresos menores a 40 millones de pesos anuales por el pago que realizan sus alumnos; no obstante, la institución cuenta con aproximadamente 25 mil alumnos que multiplicados por dos mil pesos (cuota general única e hipotética) equivaldrían a 50 millones. Miembros del Consejo Directivo Universitario, revisen sus números, saquen cuentas y, de tener razón, cobren parejo y lo menor posible.

Han pasado 136 días sin que se sepa el paradero de la pequeña Zoé Zuleica Torres Gómez.

¡Que la UASLP baje los costos de posgrados y licenciaturas! #EducaciónParaTodos

¡Ni un día más en el silencio, ni un día más sin Carmen Aristegui!

@JaimeNavaN