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Mientras trasculco la vida

Luis Ricardo Guerrero Romero

En una fecha cualquiera, pero con personalidades distinguidas e interesantes, comenzó aquella clase de latín. Entre los estudiantes cohabitaba un sabor agitado, ideas, preconcepciones, interrogantes y demás elucubraciones. Los estudiantes de aquella sesión fueron los ingredientes necesarios para debatir los usos y costumbres de la lengua clásica, Homero seguro se sorprendería, Clavijero, entraría en pánico; yo, yo únicamente me sentí enamorado.

Las reflexiones entre los participantes detonaban al unísono, había calor, calor mental, del bueno, del eficiente, del calor humano e intelectual que se cobija con las alas del Espíritu que habla. Aquellos estudiantes se interrogaron, dudaron, debatieron al muy sano juicio que, en la escuela de formación laical, dirigida por Alejandro García, suele hacerse. El saber no tardó en llegar. Una palabra conmovió al auditorio: trasculcar, expresión mexicana, arcaísmo local, eco de las épocas pasadas. ¿A quién no le encanta trasculcar? Esta voz, construida por nuestra idiosincrasia nos empapa de dudas, tanto como de esperanzas. Para aquellos de conciencia impía, trasculcar es un acto de miedo. Pienso que Dios trasculca nuestra existencia, para luego sacar de esa búsqueda un testigo, una pasión que nos acerca a lo bueno, verdadero, a lo bello.

Trasculcar, un verbo que hoy —desgraciadamente— entendemos más en inglés que en español: search, explore, look for, investigate, examine; puesto que a alguien se le ocurrió decir trasculcar, en lugar de buscar. Así pues, en un primer momento trasculcar es la acción de rebuscar, de irse entrometido en vistas de encontrar. La voz trasculcar, palabra aguda e importante en nuestra nación. Precisa. En la academia lingüística no figura, pero entre los hablantes hispanos es importante. Podremos hipotetizar que este verbo se suscita a través de las ideas del: escrutinio, la bolsa; debido a que, scrutor (examinar, investigar, estudiar); y scutale (bolsa de la honda) dan el sentido de lo que implica indagar.

Como se ha mencionado, a alguien se le ocurrió concatenar ideas de bolsa y búsqueda, y de allí floreció la voz de trasculcar, o sea, buscar entre las bolsas, averiguar qué hay. Trasculcar es un ejercicio del investigador, así que, todo hombre es en efecto un ente que trasculca, escudilla, implica la búsqueda, scrutor, involucra la bolsa. Entonces trasculcar, es indagar en la bolsa, examinar en un contexto preciso.

En la clase de latín, no sólo se habla latín; también se habla mexicanamente, pues nos fascina trasculcar las palabras.