Todos implicados

Luis Ricardo Guerrero Romero

Serían unos cinco o 7 individuos, todos ellos con su par de extremidades superiores e inferiores, de distas nacionalidades y de sexos todos diferentes, según ellos argumentan. Mi labor era vigilarlos desde lejos con la mira de mi colt M-16. Hacían muecas raras, caminatas extrañas, unos se ponían a vituperar al cielo, mientras otros lamían el suelo. Sujetos fuera de lo común, pero para todo mal yo debía encontrar el remedio. Es poco inteligente decirlo, pero me cansé de mirar y uno a uno desapareció de mi vista. Lo hice por piedad, lo hice por compasión que es otra forma de amar.

Lamento ya no manejar mis armas, y ya no ser contratado para matar desde ese largo día en que aposté por eso cinco o 7 individuos versus mis ojos que los cancelé para siempre. Fui de algún modo, o por así decirlo, el implicado de la trama, el inventor de sus nuevas vidas que la agencia quería desaparecer. Porque, luego de todo eso, ¿quién soy yo para asesinar por 900 mil pesos el par de humanos? Un presunto ciego implicado en la no matanza.

Las implicaciones que nos puede hacer el relato anterior pueden ser diversas, y la apología de la violencia puede levantar su bandera, y los que se sienten aludidos también serán los implicados. Implicar nos suena a envolver a un sujeto o cosa en un caso, a participar, nos suena a algo que hace que lleve algo o alguien para diversas finalidades. Y nos suena así, porque así se emplea, porque eso significa, aunque buscar lo que significa tal verbo nos lleva a otras implicaciones. Por ejemplo, al ver su origen en el latín. El cual indica que: implico -ui -itum, es su origen primitivo, o sea enredar, embrollar. Pero a su vez se entiende como envolver. De tal suerte que, implicar nos implica a todos. Eso de salvar la vida de los demás, de ser arrojado, eso sólo les implica a los héroes.

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