…Y radio tus pasiones

Luis Ricardo Guerrero Romero

Fue mi joven y hermosa compañera de Islandia Steinunn, quien me trajo noticias sobre algo que seguramente a El justo Lutero no le hubiese parecido. Sin embargo, las evidencias hablan por sí mismas —vaya contradicción y recelo de la especie humana que debe aprender a hablar por sí y por el otro—; es decir que, lo que nuestros ojos compartieron y nuestras mentes leyeron fue acaso una broma del Eterno.

Puesto que, dentro del templo de Hallgrímskirkja ubicado en la capital de Islandia, se encontraron regadas como semillas, las palabras que conforman El Trisagio: Αγιος ο Θεος (Santo Dios), Αγιος Ισχυρος (Santo Fuerte), Αγιος Αθανατος (Santo Inmortal), Ελεησον ημας (Ten piedad de nosotros). Las fotos de las semillas esparcidas con el himno en grafías griegas era algo que evidentemente causó intriga en más de la mitad de los habitantes de Reikiavik —según las versiones que ella compartió conmigo—. Fue por tal estupor, por tal rareza y por tal manifestación que Steinunn acudió a mí para lograr entender por qué diablos eso ocurrió en su natal nación.

Yo, como participante activo de ritos esotéricos y líder de la agrupación de la cual, por motivos de secretos inenarrable, leyes que acato, omitiré decir el nombre de tal honorable congregación. Pero con base en mis estudios-experiencias le pude revelar qué es lo que tal manifestación significa, asimismo, los alcances que ésta puede tener.

Steinunn no me creyó ni media palabra, ni siquiera la noté interesada ante lo que yo le expliqué, ella sencillamente mordía sus labios mientras me escuchaba y buscaba mis ojos para suspirar frente a mí. Pronto comprendí de lo que se trataba, una de esas filias que llegan a invadir los cuerpos y las mentes, exentando a los corazones. Una de esas filias a las que denomino radio de pasiones.

Mi leal y hermosa amiga sólo buscó una situación que al saberme atento de todo eso me captase por completo, ¡vaya arte femenina! Comprendo que puedo ser el líder de mi agrupación oculta y milenaria, expertísima en tópicos arcaicos, tanto como en los novísimos temas de nuestro presente; pero nunca, y parece ser que jamás, podré estar solícito ante las tácticas de una mujer invadida por eso que llamo: radio de pasiones.

Nuestro anterior esotérico personaje con su traviesa amiga según leemos terminaron por hacer a un lado las interpretaciones de El Trisagio en un templo luterano. Ella según lo anterior fue coactada por lo que el comendador de las ciencias ocultas designó como: radio de pasiones.

Pues bien, para el asombro de pocos y curiosidad de algunos, el sustantivo radio nos remite a una lista interesante de significados entre los que veremos la idea del experto maestro conquistado y estafado. El primigenio de los significados será el que la voz helénica indica:

ραδιος (en latín radius> radios> radio). Esta palabra se empleaba para designar: algo fácil, cómodo, ligero, en sí esto implica el sentido de rapidez. Ya por ejemplo los romanos asumían que el radius es un rayo; ya de rueda, ya como fenómeno natural, ya como una línea que une fácilmente el centro del círculo a cualquier punto de la circunferencia. De esa misma raíz se generan palabras como irradiar, radiante, radiación. Todo ello mantiene la esencia de ligereza, agilidad según cada situación.

Así, de tal suerte, nuestro personaje conquistado por un “radio pasional” de su amiga, no tuvo más remedio que dejarse querer cómodamente, con facilidad, y sucedió lo que un rayo le realiza a la tierra sin ser él convertido en estado de plasma, sino de solidez.

Además, no habremos de olvidar aquella acepción extranjera que tantas veces nos ha salvado de llegar tarde, me refiero al ray (sustantivo inglés), que nosotros utilizamos para solicitar un “aventón”, lo cual nos facilitará, al mismo tiempo que nos será cómodo llegar a nuestro destino, obviamente, mucho más rápido, casi como de rayo.