Redacción Sin Fronteras
Las historias de niños que mueren por golpes de calor. O por neumonía sin tratar. Las mujeres que se fracturan al caer desde lo alto del Muro, tras un fallido intento por escalar al otro lado. O los hombres que llegan abrasados por la fiebre y los malestares de un largo listado de enfermedades, se han convertido en parte de un largo anecdotario de omisiones y negligencia de agentes de la patrulla fronteriza.
Según revela el diario The New York Times en su edición digital de este martes, “los migrantes que cruzan la frontera desde México pueden lesionarse escalando barreras, en accidentes de vehículos, por disparos o casi por ahogamiento.
“Es posible que sufran de deshidratación, agotamiento por calor o enfermedades transmisibles, como la influenza o la varicela, que a menudo se propagan en condiciones de confinamiento, aunque hasta ahora ninguno ha presentado lo que los funcionarios de salud consideran una amenaza inusual o alarmante para la salud pública o las enfermedades infecciosas.
“Algunos requieren medicamentos para enfermedades crónicas como el asma, la diabetes y la presión arterial alta.
“Sin embargo, las instalaciones de la Patrulla Fronteriza hasta ahora no han brindado exámenes de salud completos para los que están bajo su cuidado. Los medicamentos, incluidas las recetas de salvamento para enfermedades como el asma, las enfermedades cardíacas y la diarrea infantil, se confiscan de manera rutinaria. Algunos migrantes describen que los dejaron solos en células de concreto con huesos rotos y cirugías recientes, su medicación para el dolor es sumamente inadecuada.”
A pesar de que la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza presume que sus agentes han reducido el uso de sus armas de fuego contra los migrantes, lo cierto es que el trato de estas personas que lo arriesgan todo con tal de cruzar a EU deja mucho que desear.
“Un promedio de 2,200 migrantes por día ahora cruzan la frontera con México, muchos de ellos después de viajes agotadores que los dejan heridos, enfermos o muy deshidratados”, asegura el reporte de The New York Times.
“Sin embargo, la mayoría de las instalaciones de Aduanas y Protección Fronteriza de la nación a lo largo de la frontera carecen de instalaciones, personal o procedimientos suficientes para evaluar a fondo las necesidades de salud o proporcionar más que la atención básica de emergencia, una situación que ha provocado descuidos médicos peligrosos”, añadió.
A manera de ejemplo, distintas organizaciones defensoras de la comunidad migrante recuerdan que en diciembre pasado fallecieron una niña y un niño guatemaltecos, de 7 y 8 años, respectivamente, mientras se encontraban bajo custodia de la Patrulla Fronteriza.
Desde octubre, cuando comenzaron a partir caravanas de migrantes mayormente desde Honduras con destino a EU para pedir asilo, más de 200, 000 personas han sido detenidas por la Patrulla Fronteriza en la zona suroeste del país, limítrofe con México, donde miles aún esperan para ingresar al vecino del norte de manera legal.
De esa cifra, muchos han sido deportados a sus países, otros fueron regresados a México mientras avanza su solicitud de asilo, pero miles permanecen a la espera de un procesamiento.





