Juan Manuel Vázquez
Ciudad de México. Luz Mercedes Acosta no estalla de júbilo ante la evidencia de que es la ganadora de medalla de bronce en levantamiento de pesas de Londres 2012. Un triunfo que llega con cinco años de atraso, apenas el año pasado fueron descalificadas por dopaje las tres atletas que subieron al podio.
“Estoy reservada porque aún espero la confirmación de la federación internacional, un mero formalismo, pero que no ha llegado. El COM ha sido un poco pasivo y debería de asumir una postura más activa para preguntar qué proceso hay que seguir”, dice Acosta para La Jornada.
“La injusticia me dejó fuera del podio en unos Juegos Olímpicos, pero no siento rencor ni siquiera por mis compañeras que se doparon, hay quien ni así da una marca”, reconoce. “Tampoco estoy pensando en ceremonias, como de desagravio, porque lo único que quiero es ver esa medalla en mis manos, sentirla para decir es mía. El tiempo me dio la razón con retraso”, dice Luz. Palmera este nuevo triunfo cuando ya está en el retiro, le recuerda que no sólo tuvo que luchar por una plaza en competencias, sino también contra la federación mexicana de la especialidad, que la consideraban vieja y veían en Carolina Valencia una apuesta con más posibilidades. “Luchar contra organismos fue más pesado que levantar pesas”.
A pesar de que el dopaje la dejó fuera de una experiencia que sueña todo deportista de alto rendimiento, es optimista con la lucha de organismos como AMA y sus medidas de guardar por más tiempo las pruebas, así como en las sanciones ejemplares que aplicaron contra el atletismo ruso.
“La estrategia de la AMA para prever que la ciencia y la tecnología del dopaje pueden estar adelantados, y así guardar pruebas que en el futuro puedan ser detectadas creo que pone sobre advertencia a países, equipos y atletas que si no los detectan hoy, pueden ser descubiertos mañana”.





