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Angélica Campillo
A más de cinco meses de que colapsara la fuente de la plaza de Aranzazú, el titular de Imagen Urbana y Alumbrado Público del ayuntamiento capitalino, Juan José de la Garza Hernández, reconoció que no hay fecha exacta para colocar la fuente nueva, puesto que aún están esperando el visto bueno del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El funcionario municipal expuso que el INAH ya emitió su dictamen respecto a la nueva fuente que se pretende colocar en Aranzazú, y únicamente están esperando a que haga la evaluación física de la misma: “les pedimos que evaluaran la fuente que tenemos y que nos hagan las observaciones, pero viéndola físicamente, porque hasta ahorita no la han visto, todo es por fotos y por escritos”, ahondó.
Reconoció que la sustitución de la fuente ha sido un proceso tardado, pues ya pasaron más de cinco meses de que se dañó la anterior, y aunque la nueva pieza se terminó en 15 días, el INAH no ha dado su visto bueno. Explicó que, una vez que sea validada por el instituto, la instalación tardaría al menos 10 días.
Indicó que a la nueva fuente se le cambió el fuste porque el anterior presentó daños por el peso de las conchas, y en esta ocasión se mandó a hacer más robusto, pero además le añadieron iconografías franciscanas, que previamente platicaron con el INAH, para que no solamente fuera una fuente sino que representara un monumento a los fundadores de San Luis Potosí: “la que estamos sustituyendo trae muy buena calidad de piedra, está hecha por el mejor tallador que tiene Escalerillas y ya nada más es ver que nos dejen ponerla”, añadió.
Asimismo, puntualizó que no únicamente la falta de mantenimiento contribuye a que las fuentes se deterioren ,sino que intervienen varios factores, y ejemplificó que en tiempo de frío las piedras absorben agua, por lo que al momento en que baja la temperatura el agua se expande y fractura la piedra, además de que hay niños que se meten a jugar a la fuente y se cuelgan de ella.
