La Unidad Administrativa Municipal (UAM) de la capital potosina lució sola el lunes 2 de noviembre, con las puertas cerradas al público y custodiada por policías. Cabe señalar que es el primer día de asueto que se toma esta administración, a un mes de haber iniciado labores.
Se observó a varias personas acudir a la puerta principal para solicitar la entrada, pero los agentes les preguntaban a dónde se dirigían y ellos determinaban si les dejaban libre el paso o no. La mayoría de los trabajadores no acudió a laborar; hubo quienes sí, pero sólo duraban unos minutos dentro.
Mientras tanto, la explanada principal de la UAM permaneció sin el bullicio característico de un día normal de labores; esta vez no entraban ni salían reporteros, ni los de comunicación social estuvieron detrás de los mismos para grabar las entrevistas que estos realizan a los funcionarios y que ellos más tarde boletinan, ante la molestia de algunos. Tampoco se vio la fila de gente que acude siempre al área de Comercio a pagar sus permisos ni alguno que otro manifestante ni la señora de los dulces a la que muchos le piden fiado; tampoco se vio al secretario general, Marco Antonio Aranda, asombrado porque lo fueran a entrevistar de nueva cuenta.
Asimismo, las puertas de las diferentes áreas permanecieron cerradas, hubo pocos coches en el estacionamiento y sólo se observó una patrulla de policías ministeriales vigilando el edifico, así como a dos trabajadores que cambiaron las señaléticas de circulación que anteriormente tenían los logotipos de la administración priísta, por los de la actual, donde resaltan el amarillo y el negro.