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Camión con peregrinos cae a voladero; al menos 17 muertos

caso del accidente en Santa María del Río
Peregrinos

El accidente ocurrió en la carretera de Santa María del Río al Santuario de Torrecitas. Foto: Cortesía Planoinformativo

Ricarlos I

Un saldo de 17 peregrinos muertos y más de 20 heridos dejó un accidente en la carretera que lleva de Santa María del Río al Santuario de Torrecitas, cuando el autobús de pasajeros con placas 815312T sólo con distintivo de “Transporte de Personal” perdió los frenos en la parte alta de la larga rampa que lleva desde el pueblo hasta el santuario, chocando en el camino con varios vehículos y al final precipitándose al vacío, volcándose y girando sobre sí mismo, para terminar entre rocas en la ladera del cerro. Se ha confirmado que la mayoría de las víctimas fatales eran oriundas de Soledad de Graciano Sánchez, entre ellas al menos dos niños, aunque el párroco de esa ciudad, Ramón Gómez, aclaró que aún no se han acercado a la iglesia las familias afectadas por el percance.

Era después de la una de la tarde cuando la unidad iba llegando a la parte alta del lugar, una larga rampa que serpentea a lo largo de 2 kilómetros desde el pueblo a la iglesia donde se encuentra la Virgen de las Torrecitas, un santuario edificado en 1771 en la zona más alta de la parte potosina de la Sierra Gorda, y que año con año atrae a cientos de miles de fieles católicos. El lugar debe su nombre a una formación rocosa en un cerro que se encuentra frente al santuario, pues tiene tres peñas basálticas, dos altas y una pequeña, semejando una capilla y dos torres naturales.

El cerro del santuario, por su parte, tiene por lo menos 200 metros de altura desde el arroyo y el camino que llega al lugar, por lo que una pendiente de al menos 2 kilómetros de largo recorre las faldas del cerro, haciendo curva en cada orilla. Al final de cada una de las curvas, sólo queda el vacío, y una caída de mínimo 40 metros en su curva más baja, con laderas escarpadas y muy inclinadas.

Fue en la parte más alta donde el percance ocurrió, y una falla mecánica provocó que el camión de pasajeros perdiera los frenos y golpeara a los vehículos cercanos, aunque esto no le restó velocidad, dado el peso de la unidad llena de peregrinos. Al caer del camino, el autotransporte giró y se volcó, y varios de los que viajaban a bordo salieron disparados, muriendo instantáneamente.

Una vez en el fondo del barranco, los demás feligreses, testigos de la tragedia, se dieron a la tarea de rescatar a quienes aún se encontraban en el lugar, y trasladando a los sobrevivientes en su propios autos y camionetas, rescatando a muchos de los heridos aún con vida, pero la gravedad de los golpes no les permitieron llegar a hospitales de la cabecera municipal. Por ser una fecha tan temprana en las festividades de fin de año, Protección Civil aún no activaba su operativo de vigilancia y atención, por lo que la primera ayuda profesional llegó casi una hora después desde la cabecera municipal, encargándose en primera instancia Protección Civil del rescate de los heridos que aún se encontraban prensados entre el autobús, y la Cruz Roja de la atención de los heridos.

Los transportes privados de pasajeros, sin control

Existen por lo menos 70 empresas reconocidas en todo el estado como de transporte de pasajeros, varias de ellas subsidiarias de otras líneas nacionales que manejan sus propios recursos y se consideran “franquicias”. Pero hay también varias decenas más que trabajan como transporte privado de personal, reutilizando unidades que las empresas mayores descontinúan, y que no están capacitadas para transporte foráneo.

Sólo los dos últimos años, ha habido en los alrededores de la capital del estado, donde se concentran la mayor parte de estas empresas, 16 accidentes con este tipo de unidades, no todos ellos con víctimas mortales pero sí con altos costos materiales. El más reciente, ocurrido hace apenas dos meses, dejó como saldo dos muertos, cuando la madrugada del 15 de septiembre uno de estos autobuses, al hacer un alto intempestivo, fue alcanzado por un Volkswagen sedán, el cual quedó incrustado debajo del chasís, pereciendo el conductor y su acompañante en el acto. Otro caso grave fue el ocurrido en la carretera 57, hacia Villa de Reyes, cuando un transporte de la empresa Lipu se vio involucrado en un choque de frente contra un tráiler, volcándose y dejando 12 heridos que requirieron hospitalización, y alrededor de una veintena de lesionados leves.

Y en el caso de los caminos vecinales de todo el estado, las cifras aumentan. En las inmediaciones de Ciudad Valles, en el tramo hacia Las Hoyas, una zona conocida por la densa neblina que la cubre por la madrugada y el atardecer, dos personas murieron a mediados de agosto, al derraparse la “combi”, camionetas “suburban” acondicionadas con sillas y bancos improvisados,  en que viajaban desde su comunidad a trabajar y estudiar en la cabecera municipal.

Incluso en el mismo camino que lleva de Santa María del Río hacia Torrecitas, buena parte está rodeado de cruces por los accidentes ocurridos al pasar de los años, el más reciente en la Semana Santa de 2012, cuando un microbús con peregrinos de la ciudad de Cerritos se salió del delgado camino e impactó contra un mezquite, causando la muerte del chofer y uno de los pasajeros, aunque este choque con el árbol impidió que el vehículo se despeñara en uno de los tantos voladeros que hay en la zona.

En San Luis Potosí hay alrededor de 85 camiones catalogados como para transporte de personal, la mayoría de ellos transportes foráneos que ya no cumplen con los lineamientos para trabajar fuera de la ciudad o sobrepasar ciertas velocidades que normalmente se llevan en carretera, por lo que son utilizados sólo en la mancha urbana. Algunos de ellos son incluso propiedad de alguna empresa de la zona industrial, la cual se encarga de darles mantenimiento, como Eaton, Mabe, General Motors, entre otras. Además, llegan a utilizar los servicios de transportes menores, cuando su volumen de empleados no es tan alto.

Si bien en la ley estatal de comunicaciones y transportes y en los reglamentos de tránsito municipales se señalan los lineamientos para las empresas privadas que transporten personas, ya sea mediante pasaje o renta previa por alguna empresa, estos últimos no son sujetos de inspección permanente como las líneas de autobuses, ya sean nacionales o estatales. Incluso, a nivel local, varias empresas que se conforman como subsidiarias de otras mayores, reutilizan los vehículos descontinuados sin que haya el mantenimiento adecuado o la capacitación correcta a los choferes. Es algo que la misma ley no prevé, y queda a discreción de las autoridades la extensión del reglamento al respecto.

Esto causa una enorme “área gris” en la legislación, la cual es aprovechada por algunos empresarios para usar autotransportes que en cualquier otra situación empresarial, serían considerados “chatarra”, pero cuyo mantenimiento es más barato que los de las unidades nuevas, que deben mantener cierto estado de funcionalidad para seguir operando conforme a la ley.

JSL
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