Chihuahua vuelve a encontrarse con San Luis Potosí en la exigencia por la democracia, la justicia y el combate a la corrupción, destacó el gobernador del estado norteño, Javier Corral, en la rueda de prensa como parte de las actividades de la Caravana por la Dignidad a su paso por la capital potosina.
El mandatario chihuahuense no quiso hablar de temas partidistas, para evitar, dijo, eso que busca el presidente Enrique Peña Nieto: tratar de vincular la caravana con fines políticos.
Reiteró que el combate a la corrupción en Chihuahua llegará hasta las últimas consecuencias. Destacó el “interés inaudito” del gobierno de la República en tener el control sobre el ex secretario adjunto del PRI, Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, y la treta de las denuncias de tortura con la intención de descalificar declaraciones del detenido que pudieran vincular a otras personas.
El gobierno de Chihuahua, aseguró, se someterá a cualquier revisión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y organismos internacionales para demostrar que se han respetado todos los derechos de Alejandro Gutiérrez.
Respecto al ex gobernador César Duarte, aseguró que mientras se cumple la extradición seguirá la integración de carpetas de investigación y el aseguramiento de bienes, porque lo que se pretende, además del castigo a la corrupción, es el resarcimiento del patrimonio de los chihuahuenses.
Para finalizar la rueda de prensa, Conchita Calvillo dio la bienvenida a la Caravana por la Dignidad y dijo que es un parteaguas para que los ciudadanos se decidan a luchar, “nos abre el espíritu y entusiasma a los ciudadanos”.
En el mitin posterior a la rueda de prensa, realizado frente al monumento a Salvador Nava, Javier Corral aseguró que con la investigación de los desvíos de recursos en Chihuahua tocaron el nervio del sistema porque descubrieron el modus operandi de la corrupción.