Cleptocracia genera la desconfianza ciudadana y frena la participación política, señala Sergio Aguayo

Jorge Torres

El analista político e investigador del Colegio de México, Sergio Aguayo Quezada, estuvo de visita en San Luis Potosí, en donde impartió la conferencia Participación Ciudadana ¿para qué?, en el marco del segundo foro Hacia una ley de participación ciudadana, organizado en las instalaciones del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac), consideró que en México es muy bajo el nivel de participación ciudadana en buena medida por la desconfianza que hay en los partidos políticos y las instituciones electorales, asimismo destacó que el país vive en una era de cleptocracia en donde los gobiernos sólo buscan el beneficio propio.

“La cleptocracia es aquellos gobiernos que funcionan con base en la extracción de recursos públicos para beneficio propio. Desafortunadamente, por una serie de factores que nadie anticipaba, los partidos políticos se han convertido en burocracias pequeñas que están satisfechas con el lugar que ocupan, con los niveles de salarios y por la distribución de puestos, por lo cual hacen todo lo posible para frenar la participación ciudadana en la vida pública”, sostuvo.

Dijo que es incongruente que, por un lado, el Instituto Nacional Electoral (INE), formado por partidos, “bombardee” y exija que la ciudadanía salga a votar, cuando al mismo tiempo los partidos hacen todo lo posible por frenar la participación ciudadana, el ejemplo más claro, señaló, está en las candidaturas independientes, las cuales están llenas de trabas que difícilmente pueden ser sorteadas por ciudadanos, lo cual lleva a que la gente busque otras formas de expresión, como el crimen organizado.

Agregó que “lo que está sucediendo es algo que no se estaba conociendo en las instituciones, en la medida en que la sociedad quiere participar en la vida pública y no encuentra modo de hacerlo, lo está haciendo a través del crimen organizado; el problema que tenemos es cómo lograr desbloquear los diques que están impidiendo la llegada de la participación ciudadana en los asuntos públicos, ese es el problema de fondo”.

Asimismo, puntualizó que debe haber un diálogo entre sociedad y gobierno, pues ni el Estado tiene la capacidad para resolver los graves problemas asociados con la democracia ni la sociedad tiene la solución, pero aseguró que si no se tiene la disposición, porque los partidos no quieren modificar el orden establecido, pues se tiene que presionar para que entiendan que tiene que haber modificaciones: “no dijo que desaparezcan los partidos ni que desaparezca el INE, nadie está pidiendo eso, lo que sí creo es que es que es indispensable una reforma profunda, seria, digna del momento que vivimos”, indicó.

Además, el académico recalcó que las principales propuestas de solución no están emergiendo de la clase política, sino de cuatro actores: organizaciones de la sociedad civil, universidades y centros de investigación, la comunidad internacional y algunos sectores de la Iglesia católica.

Finalmente, lamentó que, aunque la ciudadanía continúa ejerciendo su derecho al voto, prevalece la desconfianza en las instituciones que hacen funcionar la democracia.