Denuncian invasión de terreno en Tamasopo

Angélica es habitante de Ciudad Valles. Ella es legítima propietaria de un rancho llamado “El Coquito”, ubicado en el municipio de Tamasopo.

En entrevista, Angélica señaló que el pasado jueves cuando acudió a su propiedad encontró que el lienzo de colindancia se encontraba arrancado y había dos vehículos dentro.

Siete personas habían irrumpido ilegalmente en el predio, y tenían láminas, palos, otates y herramientas que utilizaban para hacer techos improvisados.

Angélica les preguntó “qué hacían en su propiedad”, y los invasores respondieron que la propiedad era de ellos.

Con absoluta congruencia, Angélica les preguntó: “Si las tierras son de ustedes, ¿por qué rompieron los lienzos para entrar?

En el acceso al rancho hay dos falsetes que cuentan con cadena y candados, y habían sido violados.

Los invasores le dijeron a Angélica que se saliera de la propiedad porque ellos eran los dueños, y que la iban a demandar.

“Me dijeron que sacara mi ganado, y que sacara la máquina que está trabajando en el predio, máquina que contraté para realizar trabajos… y el dueño de la máquina de nombre Daniel, se dio cuenta de que esta gente se introdujo a mi propiedad”, dijo Angélica.

“Cuando me encontraba en mi propiedad, los invasores dijeron que estaban esperando a su abogado de nombre Víctor Ramírez de Santiago; en ese lugar estaba un líder de ellos que se llama Aarón Zúñiga Mendoza, quien me empezó a decir que me tenía que salir de mi propiedad porque yo debería llevar mis escritura para comprobar que ese lugar era de mi propiedad”, ahondó Angélica.

Angélica comenta que ella se retiró del lugar después de haber tomado unas fotografías, “de ahí me intenté comunicar al 911 pero no obtuve resultados…”

Posteriormente pudo contactar a agentes de la Policía de Investigación para que tomaran fe de los hechos, pero los oficiales también fueron “echados” de la propiedad por los invasores.

Este lunes Angélica acudió al municipio de Rioverde para interponer la denuncia ante el Ministerio Público. “Dentro de la propiedad hay cien cabezas de ganado que pueden salirse del lugar por los lienzos rotos y pueden irse a los terrenos vecinos. Esta propiedad es mía y está registrada con escritura y legalmente me pertenece”.