Problemática del graffiti ilegal en el Centro Histórico le sale cara al ayuntamiento, reconoció el director de Imagen Urbana, José Luis Zamora Valero, puesto que para disolver las pintas, detalló, es necesario emplear un equipo “único en su tipo”.
El funcionario explicó que la limpieza de las superficies conformadas por este material debe recibir un proceso aprobado por el INAH que sólo puede realizarse por medio de una máquina robot especializada, cuyo empleo logístico genera un gasto importante.
“Acabamos de dar un recorrido la semana pasada y encontramos grandes daños en la cantera en los barrios de San Miguelito, Tlaxcala y Santiago. También tenemos daños considerados en los portales Ipiña”, lamentó el funcionario.
Señaló que gran parte de la afectación a la cantera en la zona de patrimonio se debe a pintas que miembros jóvenes de la población realizan para desafiar a la autoridad y para competir entre ellos “a ver quién hace más daño, pues ‘entre más ilegal la pinta, es que yo soy mejor’”.
A pesar de la necesidad de contar con un componente preventivo que evite la aparición de pintas en los inmuebles, el funcionario expuso que no existe coordinación entre las instancias de gobierno para realizar acciones concretas en materia de educación.
Sin embargo, destacó que la dirección que lidera mantiene estrecho contacto con jóvenes “artistas” que hacen graffiti y pinta de bardas con motivos que agradan al ayuntamiento y que además cuentan con sus respectivos permisos.
Zamora Valero concluyó que el origen de este tipo de expresiones se encuentra vinculado a una pérdida de identidad cultural, ya que “necesitamos tener cultura y enseñarles a los niños a que quieran a su ciudad. Tenemos que meter educación y cultura porque solamente así la gente llega a querer a su pueblo”.