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Samuel Estrada
El procurador general de justicia del estado, Miguel Ángel García Covarrubias, reconoció que, a más de ocho años del asesinato del entonces director de la Policía Estatal, Jaime Flores Escamilla, el asunto no se ha podido resolver; se trata de un caso que se mantiene abierto y que cuentan con varias líneas de investigación, sin que hasta el momento se haya podido capturar a los responsables.
Cuestionado al respecto, el fiscal estatal respondió: “es un caso que continúa en investigación”, y refirió que de ninguna manera se puede decir que se trata de un caso al cual se le haya dado “carpetazo” o que se encuentre “estancado” por alguna razón, pues, argumentó, simplemente no es un caso sencillo y por eso se ha llevado ya varios años.
Subrayó que es un caso que está trabajándose al interior de la procuraduría estatal y se tienen ya definidas las líneas de investigación, sin embargo descartó exponer mayores detalles a este respecto debido al sigilo que se debe guardar en este tipo de investigaciones, por lo que, por supuesto, no se puede dar a conocer mayor información públicamente.
Cabe recordar que fue un jueves 13 de 2007 que, a las quince horas con 10 minutos, cuando el comandante Flores Escamilla, su esposa y su hijo, de cinco años de edad, se dirigían a un puesto semifijo de mariscos que se localiza en la avenida Rutilo Torres y calle Alejandrina, entre Valle Dorado y fraccionamiento Capricornio, antes de descender de su camioneta, fue atacado por sicarios, quienes lo abatieron con armas de fuego.
