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Jorge Torres
El director de la Casa del Migrante de San Luis Potosí, Rubén Pérez Ortiz, manifestó que espera que la delegación estatal del Instituto Nacional de Migración (INM) pueda ya cristalizar el proyecto de ampliación o el cambio de lugar de la estación migratoria que se tiene en la entidad, pues la actual no cuenta con los espacios requeridos para proteger a los viajeros, sobre todo niños, ya que, por ejemplo, actualmente hay 50 mendores detenidos en ese lugar.
“Hay la intención, he escuchado mucho de parte de ahí del Instituto Nacional de Migración delegación San Luis Potosí, que tienen por ahí la construcción de la estación migratoria en toda forma, que ahorita se cambiaron ahí a Muñoz, pero está el poryecto de ampliación, pero también la exigencia del DIF nacional de hacer un espacio adecuado para los niños migrantes. Primero Dios confiamos en que se pueda puntualizar este proyecto pronto”, insistió el sacerdote, quien informó que también se están atendiendo los protocolos de atención para los menores que lleguen a estos lugares y particularmente en casos en donde se tieneque cuidar su integridad física.
Pérez Ortiz destacó que son alrededor de mil menores de entre cero meses y hasta 12 años de edad los que pasan por territorio potosino anualmente; épocas como Semana Santa y diciembre son cuando se presenta un aumento en el flujo de menores que pasan por el estado: “algunos solos y otros más acompañados, tenemos experiencias dolorosas; los niños, hemos notado que los mismos adultos migrantes los van protegiendo y se camuflajean en sobrinos o hijos, que a veces ni los son, y los van cuidando. Vamos a tener un festejo para ellos este día, vamos a estar en la estación migratoria, vamos a darles una alegría a ellos”, adelantó.
De igual manera, hizo una reflexión sobre el Día del Niño, el cual se celebra mañana, en donde “es profundamente doloroso” contemplar este “México olvidado, el de los niños pobres, el de los niños que trabajan, de los que han sido maltratados al no tener la oportunidad de estudiar, de prepararse”, por lo que hay una deuda muy grande con los menores, a quienes se les deben ofrecer mejores condiciones de vida.
“hay situaciones en donde los encadenan; pensamos en los hijos de los obreros que sufren mucho por la falta de recursos o los niños que es común verlos vendiendo dulces en las calles o trabajando en la Central de Abastos, son cosas presentes que son duras ver en grandes ciudades”, concluyó.
