Vergonzoso, que Mexico no dé oportunidades a sus ciudadanos

Jorge Torres

“Lo que creo que es más vergonzoso es que no somos capaces de retener a nuestros propios ciudadanos y que no les hayamos podido dar trabajo y educación que les signifiquen más oportunidades”, manifestó el escritor, productor y director cinematográfico, Guillermo Arriaga, quien estuvo en San Luis Potosí en el marco de la edición 42 de la Feria Nacional del Libro de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), en donde presentó su reciente novela titulada El Salvaje, la cual, dijo, le tomó cerca de cinco años y medio escribirla, está basada en vivencias personales, sobre todo de los años sesenta y setenta.

Precisamente, acerca de las políticas implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra los mexicanos, apuntó que el nuevo gobierno estadunidense está aplicando las políticas que considera viables para su país, por lo cual lo que debe ser vergonzoso es que las propias autoridades mexicanas no hayan sido capaces de ofrecer mejores oportunidades a sus ciudadanos, por lo que tienen que emigrar a otro país para encontrar lo que en México no les pudieron ofrecer.

Criticó que “no se les ha podido dar trabajo y educación que les signifiquen más oportunidades”, por lo que las decisiones que tome Estados Unidos son de un país extranjero, y a pesar de que como mexicanos creemos que es un error grave lo que está haciendo, como el estar separando familias con sus políticas migratorias, a final de cuentas es otro país con sus decisiones en función de sus ciudadanos, por lo cual enfatizó que los mexicanos, entonces, deben construir un mejor México.

México, con los mismos males desde hace 50 años

En cuanto a las temáticas de su novela, Arriaga aseguró que, desafortunadamente, los problemas que se sufrían en los años sesenta se siguen arrastrando hasta ahora, por ejemplo la corrupción, la impunidad, pero, sobre todo, la injusta distribución del ingreso y la justicia, aunado a que como sociedad siguen persistiendo algunos problemas que se creía ya estaban superados, como la intolerancia, aunque aclaró que el propósito de esta novela es contar una historia lo mejor posible, por lo que no pretende dar ninguna lección moral ni política, simplemente es “contar una historia”.

Por otra parte, en el tema de la corrupción y la creación de un sistema anticorrupción, indicó que el mejor sistema anticorrupción se tiene en nosotros mismos como ciudadanos, en empezar a evadir esta práctica, y es algo que, expuso, ve que existe mucho interés por parte de los mexicanos, pues ya “estamos hasta la madre”, sin embargo, adentrándose al tema político, dijo que, dadas las venideras elecciones de 2018, lo único que puede decirle a los ciudadanos es que se informen, ya que a final de cuentas son decisiones personales, además de entender que en política existe “un precio”, el cual como ciudadanos debe imaginarse y, en función de ese “precio imaginario” que tendremos que pagar, debemos construir nuestra elección.

La literatura no debe ser una obligación

Finalmente, cuestionado sobre cómo fomentar la cultura de la lectura en los jóvenes, apuntó que, en su opinión, se debe hacer sentir que la literatura no es una obligación y que no es algo ajeno a ellos, pues mientras más ven en un libro posibilidades personales y sientan que hay algo de sí mismos, más van a leer.

Asimismo, sobre la creciente industria de los libros digitales, señaló que él mil veces prefiere un libro físico a uno digital, pues consideró que un libro es un objeto perfecto, “un libro lo puedo poner donde sea y un teléfono o smartphone puede romperse en cualquier momento; un libro se arruga, se anota en él, se trae a donde sea, y va al ritmo de uno mismo, son objetos perfectos los libros”.