El precandidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, obligó al gobierno del estado a realizar un inusual y modesto anuncio de la inversión de mil 600 millones de dólares que la empresa armadora de vehículos Ford Motor Co. planea hacer en San Luis Potosí. De acuerdo con información de Reuters citada por el periódico El Financiero, “un funcionario mexicano de alto rango dijo que se había decidido no hacer un gran anuncio (…) para evitar tensiones en medio del debate electoral presidencial de Estados Unidos”.
A pesar del discrecional intento, Trump se lanzó en contra de Ford y calificó como una “desgracia absoluta” que empresas estadunidenses inviertan en México, y añadió: “estas ridículas transacciones, aniquiladoras de empleos, no sucederán cuando sea presidente”. A finales de marzo, ante ataques similares del precandidato republicano, el ejecutivo de la armadora, Mark Fields, dijo que Ford es una multinacional que continuará realizando inversiones para mantenerse competitiva y, aseguró, “haremos lo que tenga sentido como negocio”.
La presentación de la inversión realizada ayer contrastó con la celebrada en julio de 2014 en el salón Adolfo López Mateos en la residencia oficial de Los Pinos, en la que participaron Enrique Peña Nieto, el entonces gobernador Fernando Toranzo y funcionarios de alto nivel para anunciar la llegada de la armadora alemana Bayerische Motoren Werke (BMW). En su momento, luego de haber analizado el convenio firmado entre el gobierno y BMW, Proyecto Tábano dio a conocer que para atraer la inversión el gobierno estatal tendría que pagar poco más de tres mil millones de pesos. Funcionarios estatales confirmaron ayer, sin que se conozca el contenido de los acuerdos, que inicialmente aportarán mil 27 millones de pesos para Ford.
Una fuente confidencial de La Jornada San Luis aseguró que existe un acuerdo entre el gobierno del estado y miembros de la familia Del Valle, quienes como propietarios de una parte de los terrenos del Parque Industrial Logistik, a través de su empresa Construcciones Rosval, habrían aceptado desistir en su intento por cobrarle a la administración estatal el pago correspondiente por la instalación de la BMW en parte de sus terrenos a cambio de que la multinacional Ford se instalara en otros terrenos de su propiedad.
