Rocío González Alvarado
Ciudad de México. A partir de esta mañana, el gobierno de la Ciudad de México puso en marcha un operativo especial para supervisar la salida y llegada de las pipas que distribuyen los hidrocarburos, tras conocerse un tercer sabotaje en el ducto que suministra de combustible a la capital del país.
Esta medida es encabezada por la mandataria capitalina, Claudia Sheinbaum, y los secretarios de gobierno, Rosa Icela Rodríguez; de Obras, Jesús Antonio Esteva, y de Finanzas, Luz Elena González, quienes acudieron a cuatro centros de distribución de gasolina de Petróleos Mexicanos, entre ellos el de Azcapotzalco e Iztacalco.
Como parte de esa estrategia, que busca agilizar el suministro de combustible, también se desplegó a personal de las Secretaría de Desarrollo Social y del DIF en las 400 gasolineras de la ciudad, en las que habrá, además, tres elementos policiacos que reportaran la llegada de pipas o la falta de combustible en las estaciones, donde también se buscará evitar las aglomeraciones.
En un recorrido sobre avenida Insurgentes se observó que la mayoría de las gasolineras se encuentran cerradas; mientras que una fila de vehículos está a la espera de la llegada de las pipas con el combustible.
El gobierno capitalino añadió que a través del número de Locatel, los automovilistas podrán conocer cuáles son las estaciones de servicio que se se encuentren sin operar por el momento.





