Ciudad de México. Las grandes potencias mundiales tienen miedo a una reunificación de las dos Coreas, pues con el potencial de ambas naciones, ese país se convertiría en la octava economía mundial con un Producto Interno Bruto anual de 7 billones de dólares y rebasaría a Japón, Alemania y Reino Unido.
Así lo expusieron universitarios especialistas en estudios de Asia durante la Segunda Jornada de Cultura Coreana, organizada por el Seminario Universitario de Estudios Asiáticos, que se celebró ayer en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
El ex embajador de México en Corea del Sur, Eduardo Roldán Acosta, señaló que aunque es difícil, tarde o temprano se dará la unificación de Corea del Norte y Corea del Sur. Si bien, dijo, ha habido esfuerzos y avances para concretar ese objetivo, la intervención de otros países lo ha impedido.
Recordó que durante las negociaciones en los 90, los norcoreanos desmantelaron su planta nuclear y los acuerdos no se cumplieron del todo. Por lo que hoy, tienen la idea de mantener el armamento de ese tipo precisamente para negociar desde la fortaleza y no en una posición de debilidad.
Entre las limitaciones que observa para la unificación, destacó dos: la económica y los nacionalismos creados en ambos casos, particularmente en Norcorea. En la década de los 90, cuando se lograron importantes avances entre ambos países, hubiera tenido un costo de 400 millones de dólares, y hoy esto se elevó al doble pues se tendrían que destinar 832 millones de esa divisa.
Otro obstáculo es la posición de la juventud. Pues diversas encuestas han demostrado que 62 por ciento de los jóvenes surcoreanos no desean la reunificación porque “saben lo que costó el sacrificio de una generación en Alemania”.
José Luis León, especialista en relaciones internacionales de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, particularmente en política asiática, indicó que la guerra entre las Coreas fue una subrogación de la llamada Guerra Fría, pues esta etapa de rivalidad entre las potencias del bloque socialista y capitalista si bien no fue el motor del conflicto en la península coreana, “sí fue el acelerador”.
Esa problemática –que inició en 1945 y desencadenó un conflicto bélico entre 1950 y 1953— dejó 4 millones de muertes, el doble que la guerra de Vietman, aseveró.
Destacó que la actitud de los jóvenes norcoreanos sería también compleja, pues en ese país se ha generado un nacionalismo y una socialización “ideologizada, donde la persona está acostumbrada a que se le dé todo con el mínimo esfuerzo”. Por ello se preguntó: “¿Cómo recursos humanos que se han formado en una ideología así podrían asimilar otra cultura, la de la competencia?” Esto, subrayó, no se resolverá al menos en una generación.
El académico universitario Alfredo Romero señaló que la reintegración de ambos países será posible “siempre y cuando no estén presentes las interferencias extranjeras”.





