Zacatecas, Zac. Durante los primeros 16 días del año 2017 se han registrado en el estado al menos 42 ejecuciones violentas, debido a la pugna que, por el control de las actividades delictivas en la entidad, sostienen los integrantes de cuatro organizaciones delictivas: el Cártel de Golfo; el Cártel Jalisco Nueva Generación, así como el Cártel del Noreste y los Zetas (Talibanes).
Este elevado número de ejecuciones violentas que cuenta con una población de apenas 1 millón 542 mil habitantes (equivalente a la población total de las delegaciones Azcapotzalco, Coyoacán y Cuauhtémoc de la Ciudad de México), mantiene activado el código rojo para todas las corporaciones de seguridad pública locales y federales.
La ola de ejecuciones del presente año en el estado de Zacatecas se ha concentrado en cuatro ciudades: Fresnillo, Calera, Guadalupe y la capital del estado.
Los hechos violentos sin precedente, fue atribuida este lunes por el general Guillermo Almazán Bertotto, comandante de la 11 zona militar de Zacatecas, “a una lamentable revancha, o un espíritu quizás… por la intensa presencia de quizás grupos antagónicos que están buscando no perder su hegemonía en estos lugares”.
En declaraciones realizadas durante una entrevista con medios locales, el general Almazán Bertotto consideró además “lamentable que sea entre mexicanos y más lamentable que el principal número de víctimas sean jóvenes y mujeres, y que se tengan esos números que son, alarmantes”.
Para abatir los elevados índices de violencia e inseguridad en el estado, sostuvo el comandante de las cuatro bases militares existentes en Zacatecas, dijo “tenemos que ser ingeniosos y creativos en eso”.
De parte del ejército mexicano sostuvo “Tenemos toda la voluntad para hacerlo y por supuesto el respaldo legal que nos da a las instituciones en el desarrollo de nuestras funciones. Pero requerimos que la sociedad también nos ayude, que la sociedad sea consiente del valor que tiene su denuncia en las instancias que corresponda”.
La noche de este lunes las víctimas de la ola de ejecuciones números 41 y 42 fueron localizadas por las autoridades en un predio rural conocido como Arroyo de La Joya, perteneciente al municipio de Calera.
En ese sitio integrantes de la Policía Municipal de Calera localizaron los cuerpos sin vida de un hombre y una mujer, con signos de tortura y disparos de arma de fuego de grueso calibre. Peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado levantaron los cadáveres para trasladarlos al Servicio Médico Forense.
