Juan Ricardo Montoya, corresponsal
Pachuca, Hgo. Flor Hernández Ibarra denunció que no es la primera vez que había sido agredida por su ex esposo, Arturo Aparicio Barrios, quien hasta hace unos días era el dirigente estatal del Partido del Trabajo (PT).
En conferencia de prensa, a la que acudió en una silla de ruedas, dio a conocer que el 15 de mayo de 2017 fue golpeada y retenida por cuatro días por Arturo Aparicio, en una habitación de su casa de la colonia Haciendas de Hidalgo, hasta que sus lesiones se curaran. En aquella ocasión se inició la Carpeta de investigación 12-2017-06230.
Hernández Ibarra dijo que esta situación derivó en su divorcio, en el cual abundaron las irregularidades. “Arturo y yo nos casamos el 3 de enero de 2015, pero sucede que el acta no apareció en el registro civil. De allí se configura la agresión psicológica”, explicó.
En la agresión que sufrió el pasado 13 de agosto presentó golpes en diversas partes del cuerpo, una herida vertical de 10 centímetros en la frente y una fractura que la ha puesto al borde de la invalidez. Sobre este hecho dijo que había tanto motivos “de tipo personal y político” por parte de su ex esposo. No quiso abundar sobre estas causas, “ya que se encuentran en el expediente como pruebas.”
Aclaró que si bien desde su divorcio ya no vivía con Arturo Aparicio, había una relación de convivencia. Su pequeña hija de 3 años de edad, por acuerdo de ambos, se quedaba los fines de semana en casa del ex líder del PT. “Por eso cuando fui por ella la tarde del 13 de agosto, él aprovechó esa situación para golpearme y retenerme”.
