Ángel Bolaños Sánchez
Ciudad de México. Ante un pleno semivacío, el titular de la Secretaría de Finanzas capitalino (Sefin), Edgar Abraham Amador Zamora, expuso en la Asamblea Legislativa, el paquete económico para la Ciudad de México de 2018 que envió el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, en el que admitió que el presupuesto del próximo año fue afectado de manera “sensible” y se adecuó a la necesidad de levantar la ciudad.
“La catástrofe sísmica del pasado mes de septiembre ha modificado el curso normal de la ciudad en todos sus órdenes y el diseño, la ejecución y el ejercicio de la política pública no son la excepción” y reiteró respecto de los recursos para la atención de la emergencia que “éste es un presupuesto para la reconstrucción”.
Señaló que los ingresos previstos por 213 mil 264.9 millones de pesos se basan en una estrategia de consolidación de la base de contribuyentes, sin crear nuevos impuestos ni incrementar los ya existentes, así como tampoco reduciendo beneficios e incentivos para grupos vulnerables.
El desinterés de los legisladores a la exposición del funcionario al iniciar la comparecencia, luego de que el pasado jueves se negaron a recibirlo personalmente para recibir las iniciativas del Ejecutivo local, provino no sólo de los diputados del PRD, que apenas una media docena ellos estaba presente en el recinto.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, Mauricio Toledo Gutiérrez, impidió inclusive que los servidores públicos de la dependencia que acompañan a los funcionarios en sus comparecencias en el pleno, ocuparan los palcos del recinto legislativo como usualmente ocurre y debieron seguir la sesión en un salón contiguo a través del circuito cerrado.
Los palcos fueron ocupados por personas llevadas por Toledo a los que el prísta Adrián Ruvalcaba Suárez autorizó su ingreso al recinto como presidente de la Mesa Directiva, quienes se limitaron a aplaudir los reclamos de los diputados al funcionario.
