Jesús Aranda

Ciudad de México. Los que decidimos trabajar para el país, desde el servicio público, “no podemos permanecer estáticos” ante esos clamores del ciudadano de a pie que reclama “comprensión y sensibilidad que tanto ha esperado de sus gobernantes”, por lo que, los tribunales federales “tienen la oportunidad y el deber de contribuir por la vía del derecho, a través de resoluciones justas a desahogar las inconformidades planteadas  y atemperar los ánimos sociales, tomando en cuenta el entorno social que rodea los conflictos sometidos a su consideración”.

Sostuvo el consejero de la Judicatura Federal, José Guadalupe Tafoya en la ceremonia de toma de protesta de 29 magistrados y dos jueces federales, en la que agregó que, la política pública de impartición de justicia debe “encontrar el equilibrio que contribuya a devolver la salud a una nación que sufre de injusticia”, ya que la ciudadanía reclama comprensión, “de ahí, su clamor y sus manifestaciones de inconformidad, algunas canalizadas por la vía jurisdiccional ante los tribunales federales”.

Ante los plenos conjuntos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal, Tafoya Hernández aseveró:

“Es tiempo de escuchar a quienes no han tenido voz, es tiempo de responder a quienes debemos nuestro servicio, con decisiones y acciones congruentes y concretas, es tiempo de hablar menos y hacer más, las manos no se lavan con saliva”, porque sólo así, los tribunales federales podrán penetrar al fondo de los reclamos y actuar congruentemente para restaurar el equilibrio perdido.

Los jueces federales, tenemos la obligación de llevar a cabo las acciones restauradoras de la paz, sabedores que la justicia es universal y su alto propósito es aspirar a la concordia social que abre perspectivas ilimitadas para lograr la serenidad nacional y la de nuestra conciencia.

Estamos comprometidos para concretar una justicia imparcial, despojada de cualquier interés ajeno que pueda perturbar o descarrilar su correcta y pronta resolución de conflictos, dijo Tafoya, quien es magistrado de circuito en funciones de consejero.

“El juez, el verdadero juez, no sólo debe contar con las virtudes de la rectitud, del profesionalismo y de la excelencia, además, debe ser un conocedor profundo del entorno en que se desarrollan los conflictos sometidos a su decisión, para poner en perspectiva los problemas que aquejan y lastiman a los justiciables.

Al resolver una controversia, no debemos temer a intimidaciones, si nuestra conciencia está libre de afectación a la independencia y a la autonomía con la que debe dictarse una sentencia apegada al derecho y al cabal conocimiento de las actuaciones juzgadas, indicó el consejero quien exhortó a los juzgadores a confiar en su buen juicio, “no dudemos, no entremos en la pesadumbre del conformismo, ya que los reclamos de la justicia esperan la atención de nosotros todos los días por venir”.

La fortaleza de los jueces y los magistrados del Poder Judicial de la Federación radica en la confianza que la sociedad deposita a las sentencias que resuelven sus reclamos, por el agravio sufrido en sus bienes o posesiones y en los legítimos valores de merecer un entorno vivible.

“Sin su confianza no existe la fuerza moral, es y siempre será, nuestra responsabilidad esforzarnos por el reconocimiento de los ciudadanos a nuestra tarea de administrar justicia”, afirmó.

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