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Aun sin animales, la magia del Circo Atayde brilla en escena

Malabaristas y luces multicolores, entre los atractivos del circo. Foto Notimex

Jaime Whaley

La magia del circo pervive, aun cuando sus polémicos primeros actores, los animales, no estén ya en el redondel.

La breve temporada del Atayde, que comenzó este fin de semana, así lo hizo constatar. Malabaristas, pulsadores, la dama del trapecio, un canadiense que maneja las cuerdas de forma magistral y los infaltables payasos forman el elenco del programa que en esta oportunidad muestra un tinte emotivo, pues está dedicado a Alfredo Atayde Guzmán, el director general, quien falleció el pasado marzo, y por ello su hijo Alfredo se ha esmerado en presentar este festín de asombro, luz y colorido.

El programa tiene inclinaciones a la innovación y el maestro de ceremonias hace alarde de voz con su canto en las presentaciones del espectáculo de casi dos horas de duración.

Ericka González del Pliego, nombre no muy de marquesina, patina sobre ruedas y asombra con su destreza en el pole fitness.

La jaula de las motos

Dos intrépidos motociclistas se meten en una jaula de acero y dan giros en una pequeña esfera, en un acto que desafía la vertical; sin embargo, acaban como si nada cuando se bajan de sus ruidosos vehículos.

También inmune al mareo, termina su actuación Alonso Venegas, quien maneja algo pocas veces visto: la rueda cyr, aro en el que la figura del tripulante se circunscribe a dar vueltas y más vueltas y bajarse para de nuevo subirse y seguir con los giros, en tanto el público se hace la pregunta de si hay dramamine de por medio.

Erick McGill hace el acto de la cuerda y el uruguayo Adrián, producto de los festivales que el mismo circo genera para buscar talentos nuevos, se encarga de los juegos malabares. La comicidad corre a cargo del polifacético Ary Corazón, quien también personifica a Paco El Marciano, en los entreactos en que interactúa con el público.

La rubia Gilliand viene de Suiza y pone punto final a la función con arriesgado acto en el trapecio, sin red protectora.

Los ausentes elefantes, caballos y camellos continúan a buen resguardo. Celeste Canastelli, funcionaria de la empresa, desliza en privado que los paquidermos residen en el estado de México y están a la vista del público en el zoológico de Zacango. Los otros cuadrúpedos viven en una granja y en un zoológico privado.

Las funciones son en la Carpa Astros de lunes a jueves a las 19 horas, y de viernes a domingo a las 17 y 19:30 horas. Calzada de Tlalpan, a media cuadra del Metro Villa de Cortés.