Aldo Anfossi, corresponsal
Santiago. Los electores de Chile rechazaron contundentemente este domingo un proyecto de constitución escrito sin contrapesos por el ultraderechista Partido Republicano, con el respaldo de la derecha tradicional, y que ahondaba la institucionalidad neoliberal ahora vigente, un desenlace que supone en lo inmediato el término de la discusión constitucional tras el fracaso de dos procesos al respecto desde 2019 al presente.
Con el 90,15 por ciento del escrutinio, el “a favor” obtenía el 44,32 por ciento de los sufragios (5.491.000), mientras que la opción “en contra” alcanzaba el 55,68 por ciento (6.209.000). Excepto en una, en todas las regiones del país la victoria era para el “en contra” y, a nivel de municipios, sólo en los más ricos de Santiago se imponía la oferta derechista.
La victoria del “en contra” comenzó a consolidarse apenas iniciado el escrutinio con una ventaja de unos ocho puntos que paulatinamente fue ampliándose y, una hora después de la apertura de las urnas, trascendió que el comando ciudadano por el “a favor”, estaba desmontando el escenario callejero donde esperaba celebrar una hipotética victoria, expectativa rápidamente descartada por lo categórico de los resultados.
Para el centro izquierda, incluido el gobierno de Gabriel Boric, se trata de un bálsamo y un alivio significativo luego de la aplastante derrota que sufrió hace poco más de un año, en septiembre de 2022, cuando el proyecto constitucional radical escrito por una mayoría de fuerzas progresistas, fue rechazada por un 68 por ciento de los electores.