Ciudad de México. El nicaragüense Román Chocolatito González es reconocido como el mejor libra por libra del momento, aunque asegura que sigue siendo “el mismo indio de siempre”.
El campeón mosca del Consejo Mundial de Boxeo tiene el reconocimiento al que aspira todo peleador, pero aún lucha porque la paga sea equivalente, en un deporte en el que las mayores sumas se las llevan boxeadores de categorías mayores.
“Yo peleo porque me gusta el boxeo, pero sobre todo porque esto es un negocio, así que yo peleo con quien me digan siempre que me paguen lo que necesito”, dice Chocolatito.
Aunque su trabajo es pasión y negocio, Chocolatito también exhibe sus simpatías políticas cuando pelea en las grandes funciones millonarias en Estados Unidos: en sus calzoncillos ha llevado cosida una bandera rojinegra con las siglas del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
“Yo tengo mis ideas y no chocan con el mundo en el boxeo en Estados Unidos. Son cosas aparte y yo decido lo que pienso”, dice Chocolatito.
“El sandinismo ha sido importante en mi vida, me identificó con lo que hace por la gente humilde y los jóvenes”,agrega el peleador cuyo entrenador, Arnulfo Obando fue guerrillero que combatió al ex dictador Anastasio Somoza.
Chocolatito cuenta que tiene una relación de amistad con la familia del presidente nicaragüense Daniel Ortega, con quien ha participado en eventos públicos. Hay una afinidad y un compromiso para el peleador.
“ Si yo puedo ayudar a los jóvenes, pues qué mejor, porque mi principal compromiso es con el pueblo nicaragüense”, dice el boxeador cuya mayor aspiración hoy es subir a categoría mosca, convertirse en tetracampeón del mundo y recibir un millón de dólares en su próxima pelea.
