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Comunidad internacional lamenta la muerte de Benedicto XVI

Benedicto XVI durante su audiencia general final en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el 27 de febrero de 2013, antes de retirarse. Foto Ap

AFP y Europa Press

Madrid. Los principales líderes políticos del mundo y miembros de la comunidad internacional compartieron este sábado mensajes de pésame tras el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI, de origen alemán, recordando la importancia histórica de su figura y el legado teológico.

El jefe de la ONU, Antonio Guterres, elogió al papa Benedicto XVI por su “compromiso con la no violencia y la paz”.

“Ofrezco mis profundas condolencias a los católicos y a quienes en el mundo se sintieron inspirados por su vida de oración y su férreo compromiso con la no violencia y la paz”, dijo Guterres en un comunicado tras el anuncio del Vaticano del fallecimiento.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, tuiteó que murió “un gigante de la fe y de la razón”, “un gran hombre de la historia a quien la historia no olvidará”.

“Puso su vida al servicio de la Iglesia universal y ha hablado, y seguirá hablando, al corazón y a la mente de los hombres con la profundidad espiritual, cultural e intelectual de su magisterio”, agregó.

Para el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, compatriota de Benedicto XVI, lamentó la pérdida de “una figura notable”, que se caracterizó por su “personalidad combativa”. Además lo describió como “un teólogo inteligente”, así como “un líder especial para la Iglesia” capaz de trascender fronteras.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, estimó que Joseph Aloisius Ratzinger, nombre civil del papa emérito, obró “por un mundo más fraterno”, mientras que el primer ministro británico, Rishi Sunak, se declaró “entristecido” por el fallecimiento de un “gran teólogo”.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, “un gran teólogo entregado al servicio de los demás, la justicia y la paz”

La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula Von der Leyen, destacó la “fuerte señal” que Benedicto XVI envió con su renuncia al cargo, ya que demostró que “se veía a sí mismo primero como un siervo de Dios y de la Iglesia”.

Justin Welby, arzobispo de Canterbury, jefe espiritual de la Iglesia anglicana, externó: “el papa Benedicto XVI era uno de los mayores teólogos de su tiempo, apegado a la fe de la Iglesia y fiel a su defensa. En todo, y especialmente en sus escritos y en su predicación, miraba a Jesucristo, imagen del Dios invisible”.

El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Cirilo, lo calificó en un comunicado “como eminente teólogo le permitió contribuir de manera significativa al desarrollo de la cooperación intercristiana, al testimonio de Cristo ante un mundo secularizado y a la defensa de los valores morales tradicionales”.

En distintas iglesias católicas del mundo se ofrecieron servicios en honor de Benedicto XVI.